La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Una vida digna de ser vivida

Estamos rebajando las cotas educativas y abandonando los conocimientos que hacen la vida digna de ser vivida

Escribía nuestro director (Educación, 17-11-16) que tras la América que elige a Trump, el Reino Unido que abandona la UE, la Francia que vota a Le Pen, la España que vota a Podemos, la Rusia de Putin o los países de la antigua URSS en los que crece la ultraderecha (que también lo hace en santuarios de la socialdemocracia como Suecia), se esconde un déficit de educación: "La educación es el gran problema... Incluso por encima del envejecimiento de la población, el cambio climático o el fin del trabajo tal y como lo conocemos…. El mundo desarrollado vive una crisis de educación que amenaza sus propios cimientos. El problema no es la Lomce ni las reválidas. El problema es mucho más profundo y con solución muy incierta".

Lo recordaba al leer que PP, PSOE y C's han acordado la creación de la Subcomisión que negociará el Pacto de Educación. Pocas esperanzas tengo porque la catástrofe educativa española -de la Logse (1990) a la Lomce (2013)- se inscribe en el catastrófico contexto educativo europeo tras la implantación del Plan Bolonia. Esto es lo más desalentador: no hay referencias. En Adiós a la universidad el ensayista y catedrático Jordi Llovet acusa al Plan Bolonia de haber arrumbado las humanidades para dejar todo el campo a los alardes del progreso científico-técnico: tecnología de astronautas en manos de chimpancé. Otro ilustre profesor, el británico Terry Eagleton, lleva años denunciando que las universidades británicas siguen una política tecnócrata que orilla las humanidades para defender la ciencia como una forma de conocimiento superior, que trasciende la subjetividad y emotividad de la literatura o el arte. Y fuera de Europa las cosas no están mejor: en Japón se ha ordenado la clausura de muchos departamentos de Humanidades y Ciencias Sociales para que las universidades "sirvan a otras áreas más prácticas que responden mejor a la necesidades de la sociedad".

Cuando la Europa devastada por la guerra comenzaba a reconstruirse y a soñar su futuro unido, T. S. Elitot avisó en su muy recomendable La unidad de la cultura Europea. Notas para la definición de cultura (Encuentro): "En nuestra carrera precipitada por educar a todo el mundo estamos rebajando las cotas y abandonando cada vez más el estudio de los temas con los que se transmiten conocimientos esenciales de nuestra cultura… Y la cultura es lo que hace la vida digna de ser vivida".

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