SEIS hermosas cofradías, seis, ya esta tarde por las calles de Sevilla, incluso por la eterna, por la de intramuros, que el cortejo del Cristo de la Corona tiene un itinerario que para sí lo desearía cualquiera de las más encopetadas instituciones penitenciales. Es la única que tiene al Patio de los Naranjos en su recorrido, ese lugar hurtado a la ciudadanía por el celo inexplicable de los calonges y, además, entra en Palacio y se va para el centro y vuelve a casa por el camino más largo, léase el corazón de Santa Cruz. Pero es que en este Viernes de Dolores, víspera que fue siempre del gozo, ya se da el gozo en toda su plenitud y como gusta al capillita fetén, con sus nazarenos en buen número. Pasos esta tarde por Heliópolis, Bellavista, Palmete, Pino Montano y también por los confines de Triana, por el Barrio Voluntad para hacer estación en Santa Ana. La verdad es que para abrir boca, el bocado es considerable.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios