Las dos orillas

josé Joaquín / león

El voto europeo es diferente

SE están presentando las elecciones al Parlamento Europeo, previstas para el próximo 25 de mayo, como un test previo a las generales de 2015. Es un error. Las experiencias anteriores indican que quizá revelen tendencias, pero lo que ocurra un año y medio después puede ser muy diferente. En las elecciones europeas cambia hasta el sistema de votación, que se ejerce con circunscripción única en toda España. Eso perjudica a las mayorías bipartidistas de PP y PSOE, a la vez que puede beneficiar a IU y UPyD, porque no pierden votos inútiles en los restos provinciales. También perjudica a los nacionalistas catalanes y vascos, que carecen de la ventaja que les ofrece la Ley d'Hondt en sus territorios.

La elección de los 54 europarlamentarios españoles se realiza con una lista única de cada partido o coalición para todo el Estado, por lo que las diferencias influyen menos que en el reparto para el Congreso de los Diputados. Por ello, comparar unas elecciones con otras es como obtener conclusiones sobre los pepinos analizando cebollas. Sirve para que los expertos en encuestas se distraigan, o los políticos lo interpreten a su modo, pero poco más.

Después está la motivación. La participación en las elecciones al Parlamento Europeo es muy inferior a la que registran unas generales, otro dato que distorsiona. No sucede lo mismo cuando vota el 75% de la población que cuando acuden a las urnas menos del 50%. Por lo demás, si en mayo votan pocos (incluso menos que nunca), no se podría deducir que la gente está indignada y aburrida de la política, sino que esto siempre ha sido así. También se piensa que el Parlamento Europeo no influye en España, lo cual es falso.

Hay otro factor que diferencia. Y es que algunos votantes utilizan estas elecciones para mostrar su lado más excéntrico. Se sabe desde el éxito de José María Ruiz-Mateos, pongo por caso. Pero esto no ocurre en unas generales, donde se vota más en serio. Por tanto, es fácil pensar que en mayo se pueden dar votos de castigo (con menor daño) a Rajoy y a Rubalcaba. Si los resultados son muy malos, se utilizará en contra de ellos. En realidad, algunos ya los están utilizando, basándose sólo en encuestas de resultados previsibles.

Tomarse las elecciones europeas como si fueran un divertimento es un error. Pero ha ocurrido, quizá porque los partidos no explican bien para qué sirve el Parlamento Europeo, que es lo que se elige.

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