La inauguración ayer en la Cartuja del Caixafórum de Sevilla se puede considerar como todo un hito para la cultura de la ciudad. Fundamentalmente, un Caixafórum es un contenedor cultural en el que se celebran numerosas exposiciones, conferencias y conciertos -entre otros eventos-, todos ellos de destacada calidad, como bien saben los habitantes de ciudades como Madrid, Barcelona o Zaragoza, entre otras. El de Sevilla, que con sus más de 7.500 metros cuadrados será el tercero más grande de España, tiene además el aliciente de contar con el diseño del sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, uno de los arquitectos más internacionales del país. Sin duda, el Caixafórum se convertirá desde hoy en un lugar de visita obligada no sólo para los sevillanos aficionados al arte, la música o la cultura en general, sino también para un turismo que cada vez tiene más en cuenta la oferta cultural de sus destinos. De hecho, por el Caixafórum de la Cartuja, en el que se han invertido 18 millones de euros, pasarán anualmente seis exposiciones. Muestra de la calidad de éstas son las dos que ya se pueden visitar: Anglada Camarasa. 1871-1959 y Mírame. Retratos y otras ficciones, con una selección de más de cuarenta obras de la muy valiosa colección de arte contemporáneo que tiene La Caixa.

Como bien dijo ayer el presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé, este edificio pretende "convertirse en una locomotora intelectual para Sevilla". Asimismo, su apertura servirá como un atractivo más para atraer a sevillanos y turistas a la isla de la Cartuja, que sigue siendo una auténtica desconocida y una de nuestras asignaturas pendientes. En este sentido, la cercanía del Caixafórum al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) supone la creación de un eje cultural de gran atractivo que no se puede ni debe desaprovechar.

Los sevillanos repetimos continuamente el lugar común de que la ciudad es un "desierto cultural". Totalmente falso. Desde hace ya mucho tiempo, la ciudad tiene una amplia agenda de conciertos, exposiciones, obras de teatro, conferencias, festivales, etcétera, que la convierten en una de las más activas de España. Ahora, con la apertura del Caixafórum, esta oferta se refuerza considerablemente, tanto por la cantidad como por la calidad de su programación. En nuestra vida cultural habrá un antes y un después de la apertura del Caixafórum.