Asociación Albatros, un punto de partida
La Asociación Albatros Andalucía nace por la necesidad de crear un grupo de ayuda mutua que suponga la presencia en la sociedad de una mirada atenta a los posibles recursos o iniciativas, que mejoren la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.
La forman padres, familiares, amigos y profesionales que comparten un mismo proyecto: la plena integración, escolar, social y laboral de las personas con discapacidad, a la vez que ofrecen los apoyos necesarios al entorno familiar.
Junto a la Asociación, nace en 2001 la Fundación Albatros Andalucía. Desde entonces, ambas forman el Grupo Albatros, y trabajan en la formación, investigación y búsqueda de recursos que mejoren la integración social y laboral de las personas con discapacidad intelectual. Igualmente estudian las tendencias del mercado laboral para formar personas capaces y competitivas, en los distintos ámbitos o sectores, fomentando la concienciación social y la reivindicación de sus derechos.
Según Lucía Gómez Carmona, presidenta de la asociación, "nuestros hijos e hijas, después de luchar en el periodo de escolaridad, se encuentran que acceder al mundo laboral es imposible".
Para paliar esa circunstancia, Albatros cuenta con el programa Forem, cuyo objetivo es la formación integral para el empleo de las personas discapacitadas. "Comprende el Curso de Habilidades Laborales con el que se consigue preparar a estos jóvenes para su acceso al trabajo. En él se estudian tareas básicas de oficina, almacén, cartería, celador, entre otras, orientadas al trabajo como ayudante de administración y servicios. El curso tiene una duración similar al curso escolar aunque la metodología y contenidos del mismo están adaptados a las capacidades y preferencias de los alumnos", argumenta Gómez. Cuando llega la familia a Albatros, comenta la presidenta, "les decimos que agoten el periodo de escolaridad siempre. Con posterioridad, evaluamos al chico o a la chica para el curso de formación para el empleo (Forem), que es por la mañana y tiene distintos niveles".
Las prácticas de este curso se realizan a través de muchos convenios con instituciones públicas y privadas, entre ellas Diputación de Sevilla. La figura del tutor laboral -una persona de la asociación que acompaña y hace seguimiento al chico becado- es indispensable, junto con un voluntario, en este caso de la propia Diputación, que será el referente para esa persona. "Todas las experiencas que hemos tenido han sido muy positivas", concluye la presidenta. "Me emociono cuando hablo con los compañeros y compruebo que mis chicos se hacen un hueco por mérito propio. Son personas muy agradecidas que todo lo consiguen a base de esfuezo. Estamos realmente agradecidos con la Diputación por apostar por nosotros y esperamos que estas prácticas el día de mañana se conviertan en un contrato laboral. Ellos sólo quieren un futuro estable como todos nosotros".
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