Cae en Utrera una banda que robaba combustible perforando oleoductos

La Guardia Civil ha detenido en Utrera a cuatro personas de nacionalidades lituana y letona por robar carburante perforando oleoductos. La operación Benzino del instituto armado ha servido para desmantelar una organización criminal dedicada a la sustracción de combustible, y en ella se han recuperado dos depósitos con mil litros cada uno.

Según informó este miércoles la Guardia Civil, los agentes realizaron una inspección en una empresa distribuidora de Espera, en Cádiz, y un registro en el domicilio alquilado por uno de los detenidos en Utrera. En ambos se intervinieron nanómetros de presión, mangueras, perforadoras, un visor nocturno, linternas, detectores de radares y herramientas varias. Todas ellas se utilizaban para el picaje de las tuberías y la extracción del combustible.

La investigación se inició a finales de noviembre, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la conexión ilícita de un oleoducto ubicado en AlcaládeGuadaíra. Esta sustracción había sido realizada mediante un método muy sofisticado y en un tramo de difícil acceso. De allí se habían robado 2.300 litros de combustible.

Tras las primeras gestiones, los agentes pudieron comprobar que estaban ante una organización muy especializada y estructurada, dada la profesionalidad con la que habían realizado la perforación. La banda contaba con una persona conocida como el cirujano, que que se encargaba exclusivamente de las perforaciones.

Los investigadores descubrieron que los ladrones accedían a los oleoductos por lugares ocultos y de díficil acceso. Realizaban excavaciones de agujeros de hasta dos metros de profundidad e insertaban una mangueracon una llave de paso, que utilizaban para llenar los depósitos, que estaban camuflados en el interior de pequeños camiones estacionados en las inmediaciones.

La organización había alquilado una parcela rústica a las afueras de Utrera. Allí tenía su centro de operaciones, se planificaban las decisiones y se establecían lazos comerciales con empresas de distribución de combustible. El responsable comercial de una de ellas fue detenido. A los sospechosos se les imputan los delitos de robo con fuerza, pertenencia a organización criminal, contra la seguridad colectiva y receptación.

La Guardia Civil explica que la manipulación de un oleoducto por personal no especializado supone una "extrema gravedad y peligrosidad", ya que dependiendo del tipo de hidrocarburo que circule por la tubería, cualquier tipo de chispa o ignición "puede provocar una deflagracióny explosión de una magnitud incalculable".

La operación ha sido llevada a cabo por agentes del Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Grupo de Especialistas en Desactivación de Artefactos de Explosivos y de Naturaleza NRBQ (Gedex) de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, así como del puesto de la Guardia Civil de Utrera. El juzgado encargado del caso es el de Instrucción número 4 de esta localidad.