El Fiscal pide ocho años de prisión para el presunto parricida de Alcalá

Rechaza la eximente de "miedo insuperable" que alegó la defensa para justificar sus actos.

EP

09 de julio 2010 - 17:38

Sevilla/La Fiscalía elevó hoy a definitiva su petición de ocho años de prisión para A.D.P, el joven acusado de matar a su padre en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra en la madrugada del 1 de enero de 2008, y rechazó la eximente de "miedo insuperable" esgrimida por la defensa para justificar la actuación del encartado, al considerar que esta circunstancia no podía darse en "una familia que se había acostumbrado a convivir con las armas".

El abogado de la defensa, Manuel Salinero, explicó que en la sesión del juicio celebrada este viernes, el representante del Ministerio Público había renunciado a la emisión de un vídeo que el propio fiscal había solicitado días atrás y que pretendía recrear los hechos, al entender que ya no era necesario por la información proporcionada durante el juicio por los forenses.

En sus conclusiones, presentadas este viernes, el fiscal aseguró que la actuación del acusado aquella Nochevieja de 2007 obedeció a que estaba seguro de que "sólo matando saldría de la situación en la que estaba envuelto".

Además, en la jornada de este viernes los miembros del jurado popular que enjuician la actuación del imputado pudieron escuchar la grabación de la llamada telefónica que la madre y la hermana del procesado realizaron al 112 para avisar de que su padre "iba a matarlos a todos".

Manuel Salinero explicó que, una vez presentadas las conclusiones finales, se iniciarán la semana que viene las deliberaciones del jurado para emitir un veredicto que, según sus previsiones, se conocerá a principios de la próxima semana.

El juicio arrancó el pasado lunes con la declaración del acusado de matar a su padre -que padecía psicosis bipolar- la madrugada del 1 de enero de 2008 en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, al asestarle presuntamente dos puñaladas en el pecho. Antes el acuasado tuvo un forcejeo con la víctima, tras ver como éste estaba encañonando a su madre con una pistola.

El fiscal aseguró en su escrito de acusación que se trataba de un homicidio y pedía para el procesado ocho años de prisión, al entender que no podía alegarse legítima defensa para justificar la actuación del imputado por no darse una de las condiciones necesarias para que ésta pueda existir, la proporcionalidad de la actuación del acusado respecto de la lesión a la que estaba siendo sometido, al entender que cuando recibió las puñaladas, el padre del imputado se encontraba "boca arriba, con la mano izquierda herida y con cortes en la cara".

Por su parte, el abogado defensor afirmó en la primera sesión del juicio que el acusado no había cometido delito alguno y que, en todo caso, habría que esgrimir los eximentes de legítima defensa y miedo insuperable para justificar la actuación del acusado y solicitar para él la libre absolución, petición que ha vuelto a ratificar este viernes.

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