La Guardia Civil está investigando unos presuntos tocamientos de un menor a otro ocurridos en un centro de Sanlúcar la Mayor. El supuesto autor de los hechos es un niño de diez años, por lo que es considerado inimputable. La víctima tiene siete años. Tanto la madre de éste como el centro donde ocurrieron los tocamientos, Menores en Conflicto Social CREA, han presentado denuncias.

La Junta ha aplicado el protocolo correspondiente para estos casos. El supuesto agresor ha sido enviado a otro centro y la víctima se ha reubicado en el mismo centro donde reside su hermana, a la que anteriormente veía cada 15 días. La madre del menor asegura que el niño que tocó presuntamente a su hijo no ha sido cambiado de centro.

La madre de los menores impuso una denuncia el pasado 16 de marzo donde exponía que "la psicóloga del centro se había puesto en contacto con ella para explicarle lo sucedido" y que "el pequeño habría sufrido agresiones físicas y tocamientos sexuales en los baños del centro". La mujer presentó la denuncia ante la comisaría del distrito Centro de la Policía Nacional. Al ser unos hechos ocurridos en Sanlúcar la Mayor, la Policía derivó el caso a la Guardia Civil, que tiene las competencias en este municipio.

Fuentes del instituto armado confirmaron a este periódico que hay una investigación abierta, tanto por la denuncia presentada por la madre del menor como por la que interpuso el propio centro. En principio, se considera autor de los hechos a un niño de diez años, por lo que no existiría responsabilidad penal alguna. 

La madre tiene retirada la custodia de sus dos hijos, de 7 y 9 años, a los que la Junta declaró en desamparo. En el informe que motivó esta decisión, los servicios sociales apuntan que existen claros indicios de malos tratos tanto físicos como psicológicos, así como continuos cambios de colegio y faltas habituales a citas médicas.  

La versión de la madre es bien distinta. Según ella, el menor agredido sufre hiperactividad, lo que le dificultaba la rutina diaria con el resto de compañeros en el colegio o en cualquier tipo de actividad lúdica. La mujer acudió a la Junta pidiendo ayuda para la crianza del niño, pero la respuesta fue un informe certificando el estado de abandono en el que se encontraban los hijos de ésta, lo que derivó en el ingreso en el centro de los menores.

La madre mostró su total disconformidad ante tal actuación alegando que si hubiera sido ella quien maltrataba a los niños, no se hubiera personado ante las autoridades. También destacó "el ambiente conflictivo" que vive el menor en el centro, ya que, según las conversaciones que mantiene con éste, las peleas se suceden con demasiada continuidad y en ocasiones se utilizan cuchillos en estas riñas.