La Junta confía en que los plazos se cumplan y la mina se reabra en 2015
Aznalcóllar
Las empresas Emerita y México podrían estar trabajando en un proyecto de explotación en galería subterránea. La canadiense ya ha prometido ayudas económicas al pueblo si se queda.
Las dos agrupaciones de empresas, Emerita-Forbes Manhattan y México-Minorbis, que siguen en el concurso para hacerse con la explotación de la mina de Aznalcóllar están concentradas en la redacción del proyecto de explotación, con los detalles técnicos, de seguridad y ambientales que deben presentar ante la Junta, como muy tarde, el 15 de diciembre, cuando se cumplen los cinco meses previstos en el pliego. La Junta ha confirmado que cuando esa documentación le llegue confía en poder analizarla y tomar una decisión en tres meses.
Es decir, los plazos que se dieron cuando la presidenta de la Junta, Susana Díaz, todavía como consejera, anunció que se pretendía reabrir el yacimiento que originó el mayor desastre ambiental del país, se cumplirán. Los primeros trabajos sobre el terreno -aunque sean de preparación- podrían arrancar en la primavera o en el verano de 2015. Es un año electoral, por cierto, en el que pueden coincidir municipales, autonómicas y generales y en el que habrá que hacer balance de unos años en los que el desempleo en caída libre y los recortes han acaparado titulares. Cualquier brote verde, raíz o similar será bien recibido.
Pero el concurso sigue sobre lo previsto porque se logró sortear el desencuentro que se produjo entre el Gobierno central y la Junta, por la interpretación que ésta hizo de la Ley de Minas, de 1973, que recoge la posibilidad de declarar la "reserva de explotación de los derechos mineros". Era la única forma de elegir por concurso qué compañía explota un yacimiento de especial interés -en este caso, por el precedente del desastre y la cercanía a Doñana- y no atendiendo a los derechos de quien lo pidió primero. La Administración andaluza se atribuyó esa potestad para expropiar derechos adquiridos por otras empresas y el Gobierno central lo recurrió al considerar que es su competencia. El acuerdo final -ni una administración ni otra podían permitirse frenar una inversión por un litigio de ese tipo- permitió que el consurso siguiera adelante.
Así las cosas, en estos meses de aparente silencio también ha podido seguir adelante el proceso de expropiación de los permisos de investigación que tenían varias empresas, Andalucía Minning y Obis Resources, un trámite largo y que no se descarta que derive en recursos judiciales.
En cuanto al concurso en sí, los reponsables de Industria y Minas habían insistido en que la reapertura de Aznalcóllar había sido un revulsivo en el sector y que se estaba recibiendo muchas consultas sobre el concurso, aunque al final sólo tres empresas dieron el paso y lo intentaron en la primera fase. Se esperaban a más, porque la Junta había hablado de que en el primer corte "sólo" se preseleccionarían a tres empresas para que presentaran un proyecto más exahustivo. Nyrstar, una compañía belga especializada en minerales de zinc, se echó atrás en ese punto. Según informó la Consejería de Economía, Ciencia, Innovación y Empleo fue por las restricciones ambientales y de protección del patrimonio que se exigían, visto lo ocurrido en 1998.
Las otras dos siguen adelante y presentarán un proyecto. Fuentes consultadas por este diario aseguran que las dos estarían trabajando sobre una explotación en galería subterránea y no una mina a cielo abierto, como las que existen ahora en Aznalcóllar, que reduciría los problemas ambientales, al no dispersarse tanto el material. Con ese sistema, los estériles se vuelven a inyectar en la galería. Y en ambos casos parece que la apuesta es que la planta de transformación esté junto a la mina y el material no se traslade a otras. Es lo que genera más empleo.
La canadiense Emerita (que pertenece al grupo financiero y banco de negocios Forbes & Manhattan) y el Grupo México, asociaciado con la cordobesa Magtel en México-Minorbis, están manteniendo políticas muy distintas de comunicación hasta ahora. En el caso de la canadiense, que también tiene sede ya en Sevilla, ha hablado a la prensa claramente de su proyecto en galería subterránea, que podría crear 500 empleos cuando el yacimiento esté de nuevo en explotación y entre 1.500 y 2.000 en la puesta en marcha y construcción. Los mexicanos han guardado silencio y, a través de sus socios españoles y consultados por este diario, han dejado claro que no quieren adelantar nada, mantener un "perfil bajo" en este sentido y hablar de sus proyecto más adelante y en los foros oportunos.
Esa distinta actitud -o estrategia, según se mire- se conoce también en Aznalcóllar, donde los responsables de Emerita se han trasladado, se han reunido con el alcalde, Agapito Ramírez -que, por cierto, era presidente del comité de empresa de la mina cuando el vertido-, y se han interesado por lo que necesita el pueblo y cómo podrían ayudar una vez que, en su caso, se hagan con la explotación, algo que incluirán en los proyectos sociales, que también puntúan en el concurso. Según le han trasladado al edil, les gusta "integrarse" en los enclaves en los que hacen negocio. Se habrían comprometido, entre otras cosas, a crear un centro de formación permanente relacionado con la minería. El regidor asegura que, pese a que lo han intentado, no han podido reunirse ni conocer hasta ahora el proyecto o los compromisos de México-Minorbis.
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