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Melonares ya abastece a los sevillanos tras un año de pruebas

  • Su agua de mejor calidad procedente de la Sierra Norte permite reducir la aportación de otros pantanos. Emasesa asumió este jueves la gestión de las conducciones para el consumo urbano.

Desde el 4 de julio el pantano de Melonares está abasteciendo de agua a Sevilla capital y a 41 municipos del área metropolitana que suman casi 1,3 millones de habitantes. Y lo hace un año después de la conclusión en 2015 de las conducciones para llevar el agua desde el embalse hasta las estaciones del Carambolo de Emasesa y Salteras de Aljarafesa  porque en este tiempo se ha realizado la fase de pruebas de la obra y otros trámites, según aclaró ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero. Al proceder de la Sierra Norte (río Viar), el agua de Melonares es de mejor calidad que la del resto de pantanos que abastecían a Sevilla y llega en cantidad suficiente para sumarse a la que hasta ahora proporcionaban los embalses de Aracena, Zufre, Minilla y El Gergal. 

 

Destinado exclusivamente al abastecimiento y consumo urbano, Melonares puede proporcionar hasta 170 millones de litros al día, lo que supone aproximadamente la mitad de las necesidades de consumo de la población. 

 

Otra novedad es que la empresa metropolitana de aguas Emasesa se hizo ayer con la gestión de las conducciones del pantano destinadas a consumo urbano mediante la firma de un convenio con la autoridad reguladora de la cuenca, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que tuvo lugar en la balsa de regulación de Villaverde del Río. En concreto, a partir de ahora Emasesa explota, mantiene, repara y vigila las infraestructuras exclusivamente para abastecimiento urbano de la conexión del pantano de Melonares, incluida la balsa de regulación, de Villaverde del Río, donde va a parar el agua para consumo urbano y desde ahí viaja hasta la estación del Carambolo para su tratamiento. Emasesa se hace también con la gestión de todos los sistemas de telecontrol, automatización y comunicaciones GPRS. 

 

 Respecto a la calidad del agua que los sevillanos vamos a tener también en verano cuando escasean las lluvias, el consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop, uno de los históricos y experimentados directivos de la Confederación junto con Juan Saura (los dos asistieron ayer a la firma del convenio) aclaró que antes de tener Melonares "el ciudadano no notaba si la calidad del agua es buena o mala por el tratamiento con filtros de carbón activo que aplica Emasesa y que reducema los sabores y olores que puedan darse sobre todo en verano". Palop añadió que "ahora con Melonares podemos empezar ya y estamos planificando sustituir esos filtros de carbono, lo que supondrá un ahorro en la prestación del servicio y se va a favorecer la reducción de CO2 en la explotación del agua de Sevilla y su área metropolitana". 

 

El alcalde, Juan Espadas, recordó ayer las tomas de emergencia del río Guadalquivir a las que tuvo que recurrir la ciudad con las últimas sequías con dificultades para dar calidad al agua, una situación que ya no tiene que volver a producirse con la existencia de Melonares, que permite muchas más posibilidades. "Esta agua de la mejor calidad posible va a permitir que en verano se mantenga esa calidad", dijo Espadas.

 

Juan Saura, otro de los expertos históricos de la CGH, destacó a la prensa que la exigencia de Europa para financiar la constucción del pantano (aportó un 54% de los 110 millones que costó) fue que no se usara nunca el agua de Melonares para el riego, lo que se consigue con una exhaustiva contabilidad del agua por parte de una comisión de seguimiento anual que envía periódicamente los datos a Bruselas.

 

Tras la firma del convenio, el alcalde hizo hincapié en que la colaboración ciudadana y la reducción de fugas ha logrado un ahorro en el consumo de agua del 60% en las últimas décadas al pasar de los 176 litros a los 112 litros de agua por persona y día. A este ahorro han contribuido, además, las inversiones para reducir al máximo las fugas de la red, que han pasado de estar presentes en el 21,7% de la red en 1997 a situarse a un 14,7% en 2015, por debajo del 15,5% exigido por la Unión Europea.

 

Desde el pantano de Melonares, situado en la Sierra Norte de Sevilla hasta su llegada a la estación de tratamiento del Carambolo, en Camas, las aguas recorren 62 kilómetros. Discurren en un primer tramo por el actual canal de riego del Viar (rehabilitado) hasta llegar a la balsa de regulación, con una capacidad de 167.000 metros cúbicos, de la que parte la nueva conducción de 13 kilómetros, que conecta con las ya existentes que se realizaron con motivo de la sequía, hasta su entronque final con las conducciones del Gergal-Carambolo. 

 

Desde este punto y aprovechando este recorrido y las estaciones de bombeo existentes, se eleva el agua desde la estación de bombeos de Camas a las estaciones de tratamiento de agua de Salteras, que está gestionada por Aljarafesa, y la del Carambolo, gestionada por Emasesa. 

 

Melonares se acabó de construir en 2007, pero hubo que esperar ocho años para ver concluidas las conducciones que llevaron el agua hasta la estación de tratamiento del Carambolo. La Confederación achaca este retraso a la Junta, que tuvo las competencias de agua de 2009 a 2012.

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