Patatas fritas Umbrete, un producto 'excelente de Andalucía'

A punto de cumplir 30 años, Patatas Fritas Umbrete es fruto del trabajo a destajo de dos generaciones de la familia García Prieto, ahora condecorada por la calidad del producto.

Patatas fritas Umbrete, un producto 'excelente de Andalucía'
Patatas fritas Umbrete, un producto 'excelente de Andalucía'
Diego M. Díaz Salado / Sevilla

17 de febrero 2012 - 01:00

Hablar de Umbrete es referirse a atributos de pura esencia aljarafeña, como la aceituna de mesa, el mosto o la Virgen de Loreto. Mencionar a este conocido pueblo sevillano no puede obviar su dote monumental, distinguible por el Palacio Arzobispal y su famoso arco. El mismo arco que cobijó las primeras andanzas de un por entonces humilde patatero, bajo el cual, vendía esos cartuchos de papel donde la patata sabía como una exquisitez al alcance de la maltrecha economía del momento. Juan García Delgado aprendió un oficio que, años después, le permitió salir adelante.

Hoy en día, la silueta del arco de ese Palacio Arzobispal umbreteño preside el envase de las Patatas Fritas Umbrete, que llevan con honor el nombre del pueblo que forjó su existencia. "La idea de iniciar una empresa de patatas fritas surgió en el año 1983, motivada al quedarse nuestro padre (Juan García Delgado) en desempleo y sin derecho a ninguna prestación. Éramos una familia con tres hijas a las que alimentar y todo esto fue en el transcurso de la crisis económica que acontecía en esos años", cuenta Patricia García Prieto, hija del fundador y una de las cuatro mujeres responsables hoy día del timón de esta empresa, junto a sus dos hermanas y su madre.

El conocimiento en los fogones de patatas del fundador fue la solución a una situación de necesidad familiar. "Los inicios fueron muy duros. Ningún banco le daba préstamo ya que no tenía avalista, así que pidieron prestado el dinero a una hermana de mi madre para poder comprar un perol, un fogón, ambos de segunda mano, una garrafa de aceite y un saco de patatas para comenzar a freír". La técnica y el conocimiento corría de cuenta de Juan, que pronto consiguió un producto muy del agrado del consumidor.

proceso de producción

Como consecuencia del aumento de la demanda de las Patatas Fritas Umbrete y de la enfermedad que padecía el fundador, las hijas se unieron al trabajo que iniciaron los padres y por influjo de Dolores Prieto Infantes, cónyuge de Juan, decidieron constituir una empresa formada por mujeres. "Gracias al apoyo recibido por la Asociación para el Desarrollo de la Comarca Aljarafe Doñana (ADAD), hemos podido industrializar la empresa sin perder la esencia artesanal de sus inicios", argumenta Patricia, la mediana de los García Prieto.

Mujeres al frente de una empresa familiar y tradicional, tópicos que se tumban entre cortadoras, fogones y envasadoras. Doble ventaja, según la opinión de esta heredera del arte de freír patatas. "Trabajar en una empresa familiar da muchas facilidades, porque como sabemos lo que tenemos que hacer, nos distribuimos el trabajo sin ningún problema, cada una ocupa el lugar que mejor desempeña y nos apoyamos las unas a las otras según las necesidades. Además, respecto a las mujeres emprendedoras, las animo a seguir adelante y luchar por lo que en realidad creen, ya que a nosotras la ilusión, el deseo y luchar día a día nos ha hecho salir adelante para poder conseguir lo que actualmente tenemos".

La elaboración de estas patatas fritas se hace artesanalmente, con la necesaria ayuda de la mecanización desde el inicio de la producción. En el momento que la patata está en crudo, se realiza una prueba para ver que el producto adquirido reúne unas características determinadas en cuanto a tamaño, sabor y frito. Si la prueba es positiva, en el momento de su elaboración se hace una primera selección en el momento de la limpieza de impurezas a cuchillo. De ahí pasa por la cortadora, para caer luego en el perol que las fríe. Una vez doradas, la patata se vuelve a seleccionar a mano para eliminar aquellas que no ofrecen las condiciones exigidas. De ahí caen en una tolva y luego a una cinta que las lleva a la envasadora.

El secreto de un sabor inconfundible lo tienen muy claro, y lo pregonan sin pudor: "productos de primera clase y de la mejor calidad". Un sabor único que les ha valido el galardón otorgado por la Sociedad Andaluza para el Estudio de la Intolerancia Alimentaria (SAEIA) como Producto Excelente de Andalucía. Un reconocimiento que recogieron el pasado mes de enero en el Consistorio de su localidad natal. "Un gran orgullo, ya que el premio reconoce el esfuerzo de 30 años de trabajo y dedicación", puntualiza Patricia.

La situación actual de esta empresa de puro sabor andaluz la lleva a producir patatas para las provincias andaluzas de Sevilla, Huelva y Cádiz, con un objetivo claro, "crear una linea de distribución en más provincias andaluzas, siempre y cuando no se varíe la calidad. Si para una mayor expansión variara un ápice la calidad de nuestro producto, echaríamos el freno y nos centraríamos en lo que tenemos".

Valientes que con su esfuerzo han vendido mucho más que patatas, una imagen de pueblo donde el sabor destaca. Por ello, amén de sus consabidos atributos, Umbrete también es conocido por ser germen de un manjar sencillo a la par que delicioso.

stats