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Ana Isabel Jiménez. Alcaldesa de Alcalá de Guadaíra

"Queremos que el tranvía se integre para su gestión en la Línea 1 del Metro"

  • La edil socialista defiende que el tren ligero que conectará su ciudad con el área metropolitana sea una "prolongación" del Metro de Sevilla. Asegura que la Junta también lo está estudiando.

Ana Isabel Jiménez. Ana Isabel Jiménez (técnico en gestión y administración de empresas, 41 años, dos hijos) ha cumplido seis meses al frente de la Alcaldía de Alcalá de Guadaíra. Tras 21 años de Antonio Gutiérrez Limones, con ella el poder institucional del PSOE de Alcalá vuelve a pivotar del lado oficialista. Es una persona de la confianza de Susana Díaz. Antes de esta etapa en el Consistorio, fue edil de 1999 a 2007 y jefa de Gabinete de Alcaldía. Pese a esa corta experiencia institucional, tiene las cosas claras y ha marcado unas líneas de trabajo muy firmes en el Consistorio, donde seguirá gobernando en minoría. Ha logrado desbloquear algunos proyectos y recomponer las relaciones con la oposición, cuya prueba de fuego serán los presupuestos de 2017 después de tres años funcionando con los mismos. Afronta el reto con optimismo, tal vez porque, desde su llegada, también han sido varios los proyectos de la Junta que han vuelto a tomar impulso en Alcalá. El más importante es el tranvía, para el que los Presupuestos andaluces recogen 22 millones. La noticia salta cuando la entrevista estaba fijada. La agenda de la alcaldesa es intensa y hay poco más de una hora para hablar entre una cita en Sevilla y otra en Alcalá de Guadaíra. Hay que ir deprisa para abordar muchos temas de calado abiertos.

-Están de enhorabuena. Parece que el tranvía se va a terminar.

-La presidenta de la Junta se comprometió en junio, cuando vino y hablamos de los proyectos importantes para la ciudad que necesitaban colaboración de la Junta. Éste es uno de los principales, aunque hay otros en educación y empleo, por ejemplo. Ahora se ha confirmado en el Presupuesto. Es importante porque el dinero de las obras que hay en marcha está agotado. Esos 22 millones harán que la obra civil quede resuelta. El consejero viene el lunes y concretará los plazos. Para terminar el proyecto definitivamente, hace falta más inversión que me imagino que irá en el Presupuesto de 2018. El importe dependerá de cómo se gestione.

-Esa es la clave: hay tranvías que han fracasado en otras ciudades por la gestión. ¿Qué modelo va a defender? ¿Está el Ayuntamiento en condiciones de aportar financiación?

-Está por definir, pero tengo clara nuestra posición: queremos que el tranvía se integre para su gestión en Línea 1 del Metro, que sea una ampliación de la misma. Es la Consejería la que debe decir cómo se hará y si hay que sacar un concurso aparte, por ejemplo. Pero entiendo que es lo más económico para todos. Sé que el consejero y la presidenta también lo creen y ese modelo va ganando fuerza, aunque faltan informes y quiero ser prudente. Ese modelo nos conecta con la capital y el Aljarafe, con un beneficio en varios sentidos. Dará servicio a Los Alcores y a municipios como Arahal y Paradas, cuyos vecinos podrán dejar aquí sus coches y llegar al centro de la capital, a las universidades y al Aljarafe. Beneficia a Alcalá, al dotar a 75.000 vecinos de una forma rápida y cómoda de transporte y, a la vez, acerca a los más de 700.000 vecinos de Sevilla y a los del Aljarafe a nuestra zona industrial, comercial y al conjunto histórico de Alcalá, con lo que podremos potenciar nuestro proyecto turístico.

-¿La idea es que la misma concesionaria del Metro se haga cargo?

-Si es posible sí, no sé si jurídicamente puede ser. En eso está trabajando la Consejería.

-Es cierto que Alcalá tiene un patrimonio monumental y ambiental importante, pero el resto de Sevilla no acaba de verla atrayente.

-Porque la zona de paso es la A-92 y nuestro escaparate es la industria y el comercio. Pero se ha invertido mucho en ese patrimonio, en la zona de la Ribera y el Castillo, con los Feder, y el Urban ha estado dedicado prácticamente a la zona centro y al barrio de San Miguel. Lo que falta es mostrarlo y darle contenido. Se lo planteé al consejero de Turismo y estamos trabajando en unas jornadas que difundirán los espacios que tenemos ante empresarios del sector para que inversores privados los doten de contenido y de los servicios que faltan y podamos reforzar la marca Alcalá turístico-patrimonial, que ahora no explotamos.

-Alcalá es un polo industrial, pero ha perdido muchas empresas. El anterior alcalde reclamó un plan de reindustrialización. ¿De qué forma les beneficiará ahora el que ha anunciado la Junta con más de 32 millones para Sevilla?

-También le planteé a la presidenta la necesidad de retomar el plan industrial para todo el eje de la A-92, que incluye también una parte de Sevilla, y aglutina el 40% del PIB la provincia. Me dijo que esperáramos a este plan. Yo tengo varios planteamientos, he estado hablando de ello con la delegada del Gobierno de la Junta y hemos quedado en que nos vamos a sentar para verlos. Sé que se cuenta con ese eje industrial en ese plan.

-¿Qué planteamientos tiene?

-Ya estamos avanzando en algunos. Se trata de aprovechar la ubicación estratégica de Alcalá, con la A-92, la SE-40 y ahora con el tranvía, y hacer atractivos los espacios intermedios para que se instalen empresas de diferente tipo y para que algunas de las que ya están puedan crecer. Nos han llegado varios proyectos de industria, logísticos y comerciales, en los que estamos trabajando, con cambios en el PGOU. Vamos a hacer una modificación para generar un eje logístico en el cruce de la A-92 con la SE-40. La modificación del nuevo espacio comercial en la zona de Los Alcores ya se ha hecho. Como modelo de ciudad, queremos potenciar todo el eje A-92 y SE-40 como zona industrial y de grandes comercios. Luego, la Alcalá urbana, donde haya espacios y calidad de vida. La zona patrimonial, medioambiental, la zona turística, en el entorno al río, el Castillo, el centro. En la mitad, quedaría la franja del polígono Cabeza Hermosa y Los Alcores, un colchón para otro tipo de comercio, con superficies para clientes de la zona, que amortigüe entre la zona de industria más pesada y la más urbana.

-¿Dónde entra la Cementera? Por como se han planteado las cosas parece que la invitan a irse.

-Yo ya la he invitado (risas). Es una fábrica que lleva muchos años y su entorno es distinto a cómo era hace 30 ó 40 años. Puede seguir como hasta ahora. Pero teníamos claro que la incineración o valorización de residuos no es factible ahí por el modelo de ciudad que queremos. Está claro que debe haber sitios donde se puedan depositar o incinerar residuos. En Alcalá está Montemarta-cónica, donde van los residuos del área metropolitana, pero lejos de núcleos de población. Puede haber debate sobre si la valorización de toneladas y toneladas de residuos puede ser perjudicial para la salud. Pese al temor de los vecinos, que también debe preocuparnos, los informes del proyecto y la autorización de la Consejería de Medio Ambiente no ponen pegas. Pero los residuos tienen que llegar a algún sitio y no creemos que el más adecuado sea la fachada de la A-92. Es nuestro escaparate. Para beneficiar a una industria, que aspira lícitamente a tener más beneficios, no podemos perjudicar otros proyectos. Pueden seguir con su actividad como hasta ahora. Además, aún tendría el hándicap de depender de los puertos de Cádiz y Huelva para el transporte. La salida por el Puerto de Sevilla es fundamental para ellos, como lo es para otras empresas de Alcalá, como Siderúrgica, y me he ofrecido a apoyarles con el dragado.

-¿Le ha ofrecido otros suelos?

-No, aunque les he planteado hablar si quieren seguir con la valorización, pero con el condicionante de esos dos kilómetros de distancia a zonas urbanas que incluimos en la modificación del PGOU.

-¿Le consta que hayan presentado ya el contencioso al cambio del PGOU que fija esos 2.000 metros?

-No lo sé. Pero lo van a hacer, aunque las competencias en planeamiento y en definir qué actividad se quiere para cada zona es competencia municipal. La plataforma contra la incineradora sí tiene denunciada la autorización de Medio Ambiente.

-Tener un PGOU aprobado facilitaría las cosas que comenta. Alcalá lleva mucho tiempo revisándolo y le ha podido perjudicar para captar algunos proyectos. ¿Es una prioridad para usted?

-Sí. En su día, quedó casi listo pero las circunstancias de hace 10 años no tienen nada que ver con las de ahora. Hay que adaptarlo. Mientras, no vamos a frenar los proyectos que nos están llegando.

-¿Tantos son?

-Yo he visto un cambio de tendencia total y son actividades potentes, de empresas consolidadas. Muchas necesitan de modificaciones del PGOU e iremos en paralelo, trabajando en el PGOU y adelantando pasos para que ello no suponga un freno. Hemos tenido reuniones con estas empresas para acompasar sus plazos con los de la administración y que la actividad pueda instalarse cuanto antes mejor.

-Centrándonos en el día a día, ¿en qué se ha notado en estos 6 meses que hay otra persona en Alcaldía?, ¿cuál es su impronta?

-Creo que se nota en dos vertientes, una interna y otra en cuanto al proyecto. En la anterior etapa se habían hecho complicadas las relaciones con la oposición y con los funcionarios. Ahora, no sé si por mi carácter o por cómo planteé las cosas, se ha recuperado la cordialidad entre los grupos políticos, más allá de la ideología. Hay seis grupos y dos de ellos divididos. Trabajamos en una comisión de transparencia con los 25 concejales. Prácticamente todos los temas que se llevan a Pleno se aprueban. En cuanto a las relaciones con los empleados, al último Pleno se llevó un acuerdo con los sindicatos con las líneas de trabajo para la legislatura, sobre formas de organización y plazas. Gobernar así genera mucho trabajo y requiere de mucho tiempo. Te planteas si no se lo quitas a la gestión, pero compensa. Los ciudadanos nos han marcado que tenemos que entendernos. En cuanto al cambio en el modelo, en el proyecto para Alcalá, ya planteé en mi investidura que un pilar de mi gestión es la cohesión social. Quiero que Alcalá se conozca por la zona industrial, por la turística, pero si en algo quiero que destaque es en que sea una ciudad solidaria con el conjunto y no dejemos que ninguno de nuestros vecinos se quede atrás mientras que el resto avance. Esa es nuestra primera y fundamental línea de trabajo.

-¿Facilitarán esas relaciones la aprobación de los presupuestos?

-Estamos terminando el borrador. Ha tardado más por la ausencia de un Gobierno en Madrid, nos faltaban datos. Pedimos a la oposición y a las áreas que nos presentaran sus propuestas. La verdad es que soy positiva. En esta nueva etapa, no se entendería en Alcalá el bloqueo a la mayor herramienta del Ayuntamiento para trabajar por los ciudadanos. Hemos tenido limitaciones porque el actual presupuesto es el prorrogado de 2014. Por ejemplo, quise poner en marcha inversiones en colegios, una demanda histórica con la que me comprometí, pero no había partidas previstas y hemos tenido que iniciar un proceso de modificaciones que las ha retrasado.

-¿Se congelarán los impuestos?

-Sí, no va a haber subida.

-¿Cuál es la situación financiera del Ayuntamiento? ¿Servirá ese presupuesto para hacer políticas o sólo para pagar deudas?

-Depende en parte de la regla de gasto. Pero algunas cosas podremos hacer. La deuda asciende a 70 millones. Se pagan entre 8,5 y 9 millones al año. Pero Alcalá tiene recursos, es una hipoteca asumible, el Ayuntamiento puede llegar a los 75 millones de ingresos al año. Tenemos unas limitaciones por el plan de ajuste, pero quedan recursos para hacer política. Aunque hay algo en lo que tendremos que trabajar en los Presupuestos del Estado y que reclaman todos los alcaldes: intentamos ahorrar, pero ese dinero por ley va a pagar deuda al banco. Ya han pasado los peores años. Es el momento de que el Gobierno cambie ese criterio.

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