Referencia nacional en picos

La filosofía de mantener los trabajos artesanos que definen la historia de una sociedad o de una población en ocasiones da sus frutos. Aunque en La Luisiana, que cuenta con 4.694 habitantes, han surgido emprendedores en el terreno de la arquitectura, la construcción o las nuevas tecnologías, existe un subsector que empuja la economía de la localidad luisianera hacia arriba: el de los picos artesanos.

Hasta siete empresas se dedican a la elaboración de este producto alimenticio esencial en la dieta mediterránea y presente en todo restaurante, bar y cocina hogareña: Artesanos de La Luisiana, Hermanos Villalba, Fernando Doblas Bermúdez, Picos La Luisiana, Reyes Liébanes Fernández y Horno El Diablo. Pero quizá la más importante sea Artecasti, más conocida como Picos Artesanos Castilla, una empresa familiar fundada en el año 1968, por el pionero de los picos de pan en esta zona, Francisco Castilla Gordillo, convirtiéndose en una tradición que ha pasado de generación en generación por esta familia, siendo ahora sus nietos los responsables de la misma.

Fue todo un logro crear la empresa que actualmente es gestionada por la tercera generación de la familia Castilla, quienes heredaron de este maestro artesano el buen hacer y la receta para la elaboración de estos típicos roscos de La Luisiana. Así cuenta el nieto y gerente, Antonio Castilla, cómo empezó todo: "Mi abuelo tenía un bar y los picos que le traían (colines avienados) no le gustaban. Entonces, comenzó a utilizar el horno de leña del bar de la familia para hacer roscos con aceite de oliva virgen extra. Y hasta hoy".

"La fabricación de nuestros productos es artesanal, siendo elaborados en su mayoría de forma manual con aceite de oliva virgen extra y con las materias primas de máxima calidad, siguiendo los procesos más tradicionales", pone de relieve Castilla, que añade: "Con todo esto, creo que hemos conseguido un excelente producto sano y natural, digno de los mejores paladares, con una gran aportación nutricional".

Actualmente, el arco de ventas de esta empresa comprende Andalucía, Extremadura, Madrid, Irún, Pamplona y Valencia, entre otros lugares. "Fuera de España hay posibilidades, pero nos va bien con el comercio nacional", agrega el gerente. Artecasti también fabrica picos para marcas contrastadas como Ayala, Aldi, El Jamón o Los Piedra, además de ser proveedores de la Casa Real. "El padre del Rey Juan Carlos hizo una montería en el castillo de Monclova, los probó y le gustó", admite. Para la producción de este complemento esencial de cualquier comida, en el horno de los Castilla se utilizan 1.000 kilos de harina diarios. El ochito y el violín se siguen haciendo a mano y son los que más se venden, aunque también se fabrican palitos (normales o integrales), rosquillas (con ajonjolí o integrales), artesanitos, colines gordos, reventaítos y regañás.

Artecasti, hoy en día, es una empresa próspera de 20 trabajadoras locales que apoya el deporte en la medida de sus posibilidades, patrocinando equipos de distintos deportes del municipio.