La asociación de urbanizaciones reclama fuentes de agua potable
El Consistorio ha autorizado una en Las Monjas con carácter provisional pero aclara que es por la falta de agua en la parcelación
El Ayuntamiento de Carmona, a través de un decreto promulgado por la Alcaldía, ha autorizado la instalación de un punto de suministro o fuente de agua potable en la parcelación de Las Monjas, con la que, según explicó el concejal delegado de Urbanismo, Alberto Sanromán (PP), se pretende solventar los problemas de falta de agua en los pozos de la urbanización, en la que viven de forma permanente unas 300 familias.
Pero lo que ha sido visto como un primer paso para que la medida se extienda al resto de parcelaciones por la asociación que las agrupa, como llevan reclamando desde hace 30 años, ha sido matizado por Sanromán, quien incidió, consultado al respecto, en que se trata de una medida excepcional, de carácter temporal y provisional, un suministro "en precario" por la situación de falta de agua que padece la parcelación, que no debe entenderse como una dotación de servicio público de agua a la urbanización ilegal.
La parcelación de Las Monjas inició el proceso de legalización en el año 1998, pero los trámites se han ido alargando en el tiempo. En la actualidad, según el delegado municipal, tiene aprobado un plan especial de reforma interior, pero quedan por delante todo el proceso de reparcelación y urbanización. Dada esa circunstancia y los problemas de falta de agua que sufre, se ha optado por autorizar ese punto de suministro, que puede ser revocado más adelante. La fuente se instalará en la caseta que Aguas del Huesna tiene en la parcelación.
Por su parte, la Asociación de Urbanizaciones de Carmona (Asocurca) ha recordado al respecto que fueron los propietarios de esas urbanizaciones -se estima que suman más de 5.000 viviendas y una población unas 12.000 personas- los que financiaron las conducciones del Consorcio del Huesna hasta la zona y que, además de Las Monjas, hay otras urbanizaciones con problemas de escasez de agua potable e incluso en las que viven personas mayores que deben acarrear garrafas de agua de otras zonas, por lo que reclaman que la medida se extienda.
El Ayuntamiento pretende con esta medida de carácter provisional reducir la incidencia de un problema que afecta a estos tres centenares de familias que viven de forma permanente en una zona afectada por la escasez de un recurso básico. Está por ver que de la precariedad se pase a soluciones en firme.
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