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El asunto de las cabras muertas llega al Parlamento de Andalucía

El cabrero Javier Zamora, con una chiva superviviente en brazos.

El cabrero Javier Zamora, con una chiva superviviente en brazos. / Antonio Pizarro

El caso de las cabras muertas tras comer hierba recién fumigada en Alcolea del Río ha llegado ya al Parlamento de Andalucía. Lo ha llevado la diputadada de Adelante Andalucía Mari García, que ha formulado un par de preguntas sobre el asunto a la consejera de Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo. Al menos 47 animales han muerto envenenados desde finales de enero, causando la ruina al cabrero Javier Zamora y su esposa, Rocío Pradas. Las cabras se envenenaron en una vía pecuaria, donde está prohibido fumigar.

En una pregunta oral en pleno, la diputada pidió a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo sostenible información sobre este suceso y solicita saber si habrá “sanciones” por parte del departamento presidido por Carmen Crespo. Según explicó García, “este rebaño estaba estabulado junto a la vía pecuaria Cañada Real Soriana” y en “esa misma vía han aparecido muerto conejos y pájaros”. También advirtió de que se está fumigando “en una zona donde está prohibido hacerlo con pesticidas”.

“Precisamente, en las vías pecuarias, como en este caso, no se pueden utilizar pesticidas por el paso de ganadería que por ellas transitan”, dijo la representante de Adelante Andalucía, que pidió a Carmen Crespo “que tome cartas en el asunto para que no se repitan estos hechos”, así como “un castigo contundente al responsable de la muerte de cabezas de ganado y otros animales”. García pidió al Gobierno andaluz “una investigación en profundidad”. Esta diputada estuvo el pasado sábado en Alcolea del Río, donde la Asociación de Defensa de los Caminos (Asedeca) había convocado una manifestación en apoyo a los cabreros.

El Seprona está investigando lo ocurrido en Alcolea del Río para determinar quién ordenó la fumigación en una vía pecuaria. El cabrero está a la espera de los análisis veterinarios de las muestras tomadas a los cadáveres para conocer con exactitud qué tipo de sustancia comieron los animales. A los 47 animales muertos, entre los que había tres sementales, hay que sumarle varios abortos y la enfermedad que padecen varias cabras más. La producción de leche de este cabrero está actualmente paralizada, lo que le ha provocado un enorme perjuicio económico.

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