En mitad de la incertidumbre por la crisis sanitaria y las restricciones, uno de los acicates para las empresas es que las administraciones paguen de la forma más ágil los trabajos, bienes y servicios que les suministran. Según los últimos datos del Ministerio de Hacienda sobre el periodo medio de pago a proveedores de los ayuntamientos, correspondientes a septiembre, más de la mitad de los 87 municipios sevillanos que han enviado sus datos logran hacerlo dentro del plazo que marca la conocida como ley de morosidad, que es de 30 días desde que se verifican las facturas, para lo que hay un plazo previo de otro mes.

Hasta ahora, ese grupo de los pagadores en plazo no solía ser el mayoritario. Además, si los datos se comparan con septiembre de 2019 –sin la crisis que ha supuesto también un sobreesfuerzo y adaptación para la administración– son bastantes los que han acortado los tiempos, incluidos una docena de los más morosos, que lo han sido menos en un esfuerzo que ha pretendido sobre todo aliviar a los autónomos con los que trabajaban.

Facturas de los Ayuntamientos

Los mejores pagadores

Entre los mejores pagadores, con una media de diez días o menos, destaca la presencia de Dos Hermanas –que incluso ha pagado más rápido en este septiembre que en el del año pasado, cuando tardó 12 días– y La Rinconada. Son dos municipios con mucha población y con mucha facturación pero que históricamente se han mantenido saneados.

Junto a ellos, están también Peñaflor, Albaida, La Luisiana, El Viso, Benacazón, Marchena (que hace un año ya pagaba en plazo, en unos 25 días, pero que baja ahora hasta sólo 3); La Puebla del Río (baja de 19 a 4 días); Castilleja de la Cuesta; El Pedroso; El Cuervo; Salteras (en septiembre de 2019 tardaba más de un mes en pagar y ahora lo hace en menos de una semana), Montellano; Badolatosa (que también sobrepasaba la ley de morosidad, hace un año, con 46 días); Lantejuela, Castilleja del Campo y Los Corrales.

El pagar con esta rapidez suele conllevar ventajas adicionales para los ayuntamientos, ya que las empresas, conscientes de que trabajan con instituciones solventes, hacen mejores ofertas para lograr contratos que a los ayuntamientos con los que asumen de antemano que tardarán en ver el dinero.

Dentro del mismo grupo de los que pagan en plazo, destacan varios ayuntamientos más por la mejoría sustancial que han logrado en los plazos con respecto a hace un año. Uno es Alcalá de Guadaíra, que estaba en más de 75 días y ahora ha abonado sus facturas en 19 días.

Dentro los antiguos morosos que esta vez no lo han sido se incluyen además Valencina (de 42,96 días pasa a 20); La Puebla de los Infantes (de 40 a 24) y Constantina (de 31, a 21). También lo logran Lora de Estepa y Paradas, que no cumplían por poco los plazos y ahora pagan con una media de 15 días.

Espartinas ha tardado una media de once días, cuando que hace un año la media estaba en 21. Similar es el avance que ha logrado Pilas (de 24 días a 12). Carmona, que hace un año estaba casi en el límite, con 29 días, ahora solventa el pago 17 después de verificar las facturas. Tocina pasa de tardar casi 28 días a 14.

Los peores pagadores

En el otro extremo de la tabla, como el ayuntamiento más moroso de la provincia, se situó esta vez el aljarafeño de Castilleja de Guzmán. Muchas de las facturas que pagó en septiembre se habían entregado más de tres años antes, ya que la media estuvo en 931 días.

La alcaldesa, María del Mar Rodríguez (PSOE), explica que se debe a que en la contabilidad constan facturas impagadas desde el 1 de enero de 2014 que “computan esta ratio”. En el impago de facturas, además de la falta de liquidez del Ayuntamiento, influye una “errónea gestión de la ordenación del pago, con la que se han venido atendiendo facturas posteriores para permitir el normal funcionamiento de servicios esenciales”, añade.

La alcaldesa de Castilleja de Guzmán desde julio de 2019, ante el Ayuntamiento, el más moroso con sus proveedores.

También recuerda que el Consistorio, en el que gobierna desde julio de 2019, tiene que hacer frente a pagos por ejecución de sentencias, que restan esa mermada liquidez: desde julio de 2019 se han tenido que pagar dos, por 350.000 euros, y está a punto de caer una tercera, de 460.000.

Los Palacios sigue también entre los morosos, con 485 días de media para pagar. El alcalde, Juan Manuel Valle, ha anunciado que una vez saldada justo ahora la deuda con la Seguridad Social (casi 17 millones de euros) revertir estos datos con sus proveedores serán la prioridad.

La Algaba, que lideraba el ranking de los peor pagadores en septiembre de 2019 y que siempre aparece en estos puestos, mejora algo sus datos, pero sigue tardando más de un año. Al igual que Huévar del Aljarafe, Almensilla, Marinaleda (mejora pero en muy poco) o Carrión de los Céspedes.

También es significativo que, entre los ayuntamientos que todavía tardan más de 100 días en pagar haya algunos de los grandes como San Juan de Aznalfarache, Écija (que aún así mejora ligeramente), Utrera, Osuna, Morón de la Frontera y Tomares.

Entre los 12 que, aún sin cumplir la ley han acortado el periodo medio de pago a proveedores con respecto a septiembre de 2019, están también Gerena, Bollullos, Vallanueva de San Juan, Guadalcanal, La Roda de Andalucía, Casariche, El Coronil, Santiponce y Cazalla.