La empresa Cobre Las Cruces asegura que, hasta el momento, no hay constancia de que el derrumbe en la corta minera –la madrugada del miércoles 25 de enero– haya causado daños medioambientales o en el acuífero Niebla-Posadas, que pasa por el complejo. “No existe ningún indicio” de que así sea, insiste un portavoz, tras las advertencias de Ecologistas en Acción sobre la existencia del daño.

Según un portavoz de la empresa, aunque el acuífero pasa por el fondo de la corta, ésta ya se había rellenado y sellado en parte, y el material que ha caído sobre el acuífero son las mismas margas o arcillas del talud. La parte de la escombrera más cercana también se ha visto afectada por la pérdida del terreno inferior, pero ese material que, tiene carga contaminante, no está en contacto con el acuífero.

Todavía no hay datos cerrados sobre el volumen de terreno desplazado, que sí es “muy importante”, ni sobre las causas que han provocado el corrimiento de tierras. Ecologistas en Acción estima que afectó a 675.000 metros cúbicos de “residuos no inertes contaminantes y taludes”, con una longitud de desplazamiento de 1.300 metros.

Cobre Las Cruces quiere hacer un “llamamiento a la tranquilidad y a no hacer declaraciones irresponsables” sobre lo ocurrido y sus consecuencias hasta que no haya conclusiones definitivas, que tardarán semanas. Asegura que está en contacto con las administraciones, la Junta y la CHG, y que los técnicos de ambas han inspeccionado las instalaciones.

Este lunes mantuvo también una reunión con los alcaldes de los cuatro municipios más directamente afectados (porque la mina se ubica en su término o porque los trabajadores proceden de los mismos): Gerena, Guillena, Salteras y La Algaba.

Impacto en los contratos

La empresa ha anunciado que pretende poner en marcha la planta hidrometalúrgica a lo largo de febrero. Aunque la actividad extractiva tardará más tiempo el volver, hay material acumulado para que pueda funcionar. Así, la plantilla directamente contratada por Cobre Las Cruces no se verá afectada de momento.

Pero todo apunta que sí será así en el personal de las contratas, en tanto que la suspensión de la actividad extractiva obligará, según la empresa, a “redimensionar” los contratos en función del trabajo real y hasta que no se tenga claro lo que se va hacer para estabilizar la corta y después de ello.

En este sentido, el alcalde de Gerena, Javier Fernández Gualda, asegura que, a la espera de ese “redimensionamiento” que anuncia Cobre Las Cruces, la primera consecuencia será “la suspensión temporal de las empresas subcontratistas”, en la que se estima que trabajan cerca de 600 personas.

Plan de acción

“Nos hemos puesto en marcha para diseñar un plan de acción en los próximos días”. Este martes tiene previsto reunirse en Sevilla con el delegado provincial de Empleo de la Junta de Andalucía, todavía en funciones, del que depende Minería, “con el objetivo de coordinarnos y conocer qué decisiones va a adoptar la administración autonómica”.

El regidor convocará una junta de portavoces para que todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento estudien la situación. En el encuentro propondrá “una declaración conjunta que fije una posición común” del Consistorio.

El miércoles, el alcalde quiere citar también a los comités de empresa para expresarles nuestro apoyo y escuchar sus inquietudes. Por la tarde, quiere celebrar en el Centro Cívico una asamblea de los trabajadores de Gerena, tanto de Cobre Las Cruces como de las contratas, para dar cuenta de toda la información que se haya recabado y acordar las acciones que sean necesarias.

Además, el Consistorio quiere crear en el Ayuntamiento un registro de todos los trabajadores afectados “para saber con exactitud cuántos son y luchar para que cuando se retome la actividad en la mina se reincorporen con preferencia la gente de nuestro pueblo”.