El legado eterno de Zurbarán

En los pueblos de Sevilla pueden encontrarse auténticas joyas de la historia del arte. Concretamente en Marchena se celebra este fin de semana el 350 aniversario del fallecimiento de un clásico del Siglo de Oro como Francisco de Zurbarán.

El vínculo del pintor de Fuente de Cantos (Badajoz) con el municipio marchenero data de 1635, cuando el párroco de la iglesia de San Juan Bautista le encarga nueve lienzos para la sacristía, aprovechando su estancia en Sevilla: Inmaculada y Crucificado, ambas realizadas por el propio artista, además San Pedro y medio Apostolado, San San Andrés, San Bartolomé, San Pablo, Santiago el Mayor y San Juan Evangelista, concebidas por Zurbarán y rematadas por los alumnos de su escuela. De ahí que esta parroquia contenga en su interior el Museo Zurbarán. El Crucificado resalta por su estudio de la luz del eclipse, que hace destacar la figura de Cristo sobre el fondo negro del lienzo así como el minucioso trabajo del blanco paño de pureza, una especialidad made in Zurbarán.

Hoy y durante todo el puente, se realizarán visitas guiadas a esta colección pictórica, esperándose la visita de 400 personas de Marchena y otros municipios de la provincia. De hecho, el Ayuntamiento ha expuesto un extracto del legajo en el que consta que los cuadros costaron 10 ducados cada uno, más cuatro reales en concepto de transporte. A continuación se realizará un recorrido por los monumentos de esta localidad.

El Ayuntamiento ha organizado también una ruta gastronómica en la que nueve establecimientos de la localidad prepararán recetas de siglos pasados. Desde hoy y hasta el día 8 servirán duelos y quebrantos, un plato de chorizo, tocino o panceta y huevo que posiblemente degustó Zurbarán en su época, en Restaurante Casa Manolo, Marisquería Casa Miguel, Restaurante La Tranquera, Bar Peña Bética, Restaurante Rey, Bar Peña Sevillista, El Altillo, Bar San Miguel y Najocamón. Hoy también habrá, al mediodía en el mercado de abastos, una degustación gratuita de olla podrida (comida de cuchara con mucho tocino) y de duelos y quebrantos, dos platos cervantinos. Los concursos de dibujos que se han realizado en los centros educativos de Marchena han servido para dar a conocer la vida y obras del pintor.