El pasado vitivinícola renace en los campos y tabernas de Villanueva
Villanueva del ariscal
La localidad experimenta un renacer del sector del vino gracias a que establecimientos hosteleros y bodegas sacan su propio mosto. La extensión de los viñedos del término municipal ocupa más de 120 hectáreas. Las empresas más fuertes son las bodegas Góngora, Loreto y la Cooperativa Vinícola del Aljarafe.
La tradición vitivinícola de la comarca del Aljarafe viene de antaño, incluso de los romanos y, a pesar del tiempo, perdura en el presente. En Villanueva del Ariscal, cuando acaba el verano, los vecinos se remangan sus pantalones para pisar la uva, que se sigue prensando de forma tradicional. Este municipio aljarafeño cuenta con más de 120 hectáreas de viñedos y es el mosto supone su principal producción.
La pisada de la uva es un auténtico reclamo turístico en Villanueva y en los últimos años está volviendo a resurgir. Precisamente para poner en valor esta tradición, el Ayuntamiento organizó varias escuelas-taller que formaron a 22 personas, la mayoría mujeres, para ser viticultoras. Además diseñó el Proyecto Baco, que se ha materializado en la construcción de una nave-lagar y la puesta en funcionamiento de una hectárea de viñedos, por cuya uva luego pujan las tabernas del pueblo a buen precio.
El viticultor Antonio Borrego, con 42 años de antigüedad a sus espaldas, es el encargado de mantener estas viñas municipales. "Villanueva está recobrando así su pasado. Aparte de las grandes bodegas hay nuevos viticultores con pequeños campos que se están animando a cosechar", cuenta Antonio. "Una hectárea de uvas puede dar una producción de 8.000 kilos en buenas condiciones", añade.
Con sello propio. Las botellas con etiquetado propio de Villanueva salen de las Bodegas Loreto y Góngora, que cuentan con las extensiones de viñedos más grandes (unas 60 hectáreas cada una). Pero además hay cinco tabernas que acompañan la gastronomía propia del pueblo con un mosto delicioso de sello propio. Visita obligada en el pueblo es la Taberna El Mellizo, regentada por Manuel Castillo. Esta taberna es uno de los pilares básicos dentro de la Ruta del Mosto que se celebra todos los años en el mes de noviembre. "En esta zona del Aljarafe el mosto tiene alrededor de 11 grados de alcohol, debido a sus características. Es inmejorable", explica Manuel Castillo. Actualmente, en 'El Melli' pisan la uva durante tres días en las Bodegas Góngora y disponen de mosto para todo el año, ya que se pisan unos 5.000 kilos de uva. Otras tabernas que igualmente sirven mosto de elaboración propia son El Coco, de los hermanos Paco y Manuel Limón, El Niño de la Casera, La Perdiz ó El Melao.
También al frente del sector está la Cooperativa Vinícola del Aljarafe, que tiene bodega propia, planta de embotellado y también son distribuidores. Producen 200.000 litros de mosto al año, en varios formatos, y 80.000 litros de vino de pasas Sol del Aljarafe, los dos caldos que más venden. "Nuestros mercado es sobre todo Sevilla capital y pueblos de la periferia", dice Tomás Silva, administrador de la cooperativa. "Y suministramos también a autónomos que antes tenían bodega pero la tuvieron que cerrar".
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