La dirección de Royal, la empresa que explota la finca La Jarilla situada en el término municipal de La Rinconada, negó ayer tajantemente que se discriminen a los afiliados del Sindicato Andaluz de Trabajadores (antiguo SOC) a la hora de contratar a las cuadrillas de trabajadores que ejercen su labor en sus instalaciones. La firma recalcó que se sigue "un orden riguroso de antigüedad" porque al contrario que otros años, en los que hubo escasez de trabajadores, en esta campaña se ha recibido un aluvión de demandantes de empleo a la par que se ha reducido el volumen de trabajo en la finca.

El presidente del consejo de administración de Royal, José Gandía, explicó que "hay menos trabajo porque como consecuencia de la huelga de la primavera se tuvo que arrancar unas parcelas que no se han replantado después". "Ellos quieren forzar que una cuadrilla del SOC entre a trabajar pero el comité de empresa se ha cerrado en banda ya que el manijero (el capataz de la cuadrilla, formada por una treintena de trabajadores) tiene una antigüedad de tres o cuatro años pero el resto de la gente es nueva", incidió Gandía.

La finca abarca unas 300 hectáreas de frutal, aunque la explotación se redujo a unas 250 hectáreas por los daños de la huelga de la pasada primavera. La Jarilla emplea actualmente a unos 80 jornaleros para labores de poda. Según José Gandía, los problemas empezaron el pasado lunes: "Un piquete -aseveró- bloqueó la entrada, pero la Guardia Civil disolvió la protesta, que se repitió durante toda la semana". "El jueves entraron en la finca amenazando a los trabajadores, destrozaron válvulas de riego y pincharon ruedas de varios tractores", lamentó el presidente del consejo de Royal. La Guardia Civil volvió a intervenir tras la irrupción de los piquetes y detuvo a cinco personas.

Los propietarios temen que arrecie el conflicto. "Esta protesta es una manera de mantenerse en el candelero a costa de destruir una de las empresas líderes en el sector y el efecto en el resto de los trabajadores es de absoluto rechazo", recalcó José Gandía, que recibió ayer el apoyo de Asaja-Sevilla.

La organización agraria dio su respaldo a los responsables de La Jarilla por no ceder "a las coacciones" y agradeció "la colaboración de la Subdelegación del Gobierno y de la Guardia Civil para garantizar la continuidad de la actividad en la finca".