Granada

CajaGranada se hace MareNostrum

Magdalena Trillo

CajaGranada empezó el año con un relevo histórico en la dirección y lo ha terminado convertida en banco, inserta en un Sistema Institucional de Protección (SIP) con otras tres entidades del Arco Mediterráneo, transformada en MareNostrum tras el tsunami de las fusiones y con unos números globales que ‘salvan’ la competitividad del nuevo grupo: 73.055 millones de euros en activos, 1.703 oficinas y 8.668 empleados. La Caja del Pacto del Saray pasó a mejor vida. Y la caja única que durante años ha intentado orquestar el Gobierno andaluz, también. No hay espacio dentro del actual panorama financiero global para “nacionalismos” ni posiciones endogámicas. El primer ‘no’ a la caja única llegó desde Granada pero no fue el único. Más sonado sería el conflicto de CajaSur, que ha terminado en manos de la BBK, y más contundente el fracaso de las negociaciones de Unicaja y CajaSol para demostrar que, del mismo modo que no hay espíritu nacionalista en política, menos aún lo hay en economía. Andalucía se ha quedado sin la ‘caja única’ y sin la ‘gran caja’ como finalmente la defendió el presidente Griñán. Autonomía, pero sin aislamiento, han sido las premisas que ha defendido Antonio Jara después de verse obligado a rectificar la radical advertencia que lanzó en su primera comparecencia pública como presidente: “Fusiones no, gracias”. El pacto ha garantizado finalmente su identidad, su obra social y su vinculación con su territorio, del mismo modo que se ha logrado un acuerdo para reajustar las plantillas con incentivos y bajas voluntarias. “Sin despidos”, como prometió Jara. En el caso de CajaGranada, hay un ‘coste’ de unas 30 oficinas cerradas y la prejubilación de casi 300 empleados, pero también un fortalecimiento de su posición en Andalucía, ya que la entidad controlará todo el territorio para MareNostrum y será también la ‘ventana’ al Norte de África cuando el grupo afronte sus planes de expansión .

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