El presidente del Betis, Ángel Haro, ha encabezado la comitiva verdiblanca en la capilla ardiente de José Antonio Reyes en el Ramón Sánchez-Pizjuán, y se ha unido al dolor de la familia y de los sevillistas. "En ocasiones como ésta no hay colores ni banderas", ha indicado el máximo dirigente, que ha transmitido el pésame a la familia.

"Queríamos mostrar nuestro más sincero pésame con la familia, con todos los sevillistas y todos los aficionados en general que han tenido la suerte o el privilegio de disfrutar con este gran jugador y gran persona", ha señalado Haro, que ha señalado que la rivalidad queda en un segundo plano: "En ocasiones como ésta no hay colores ni banderas, lo que hay es dolor hacia una persona que ha fallecido a una edad muy temprana. Aquí tenemos que estar unidos con la familia del jugador. Desgraciadamente ya hemos tenido en la ciudad situaciones como ésta, otra vez nos unimos ante una circunstancia fatal como es el fallecimiento de un jugador joven. Me congratula que los béticos vengan a despedir a este futbolistas".

Joaquín se baja del vehículo que lo trasladó a la capilla ardiente de Reyes.

Junto al presidente también acudía el capitán del Betis Joaquín, a quien Haro vio muy afectado. "Tiene mucha muestras de dolor, los unía una amistad y un reconocimiento", ha comentado el presidente bético, que también ha recordado la figura de Reyes: "Me han comentado que era una persona muy cercana, que siempre estaba con una sonrisa, con humor y con una broma. Los compañeros hablan muy bien de él, yo lo conocía más como jugador".