El Betis se marchó de vacío del Santiago Bernabéu, pero dejó una muy buena impronta, de ser un equipo serio que quiere seguir logrando cosas importantes esta temporada.

Así lo expresó el propio Manuel Pellegrini en la rueda de prensa posterior a la cita ante el Real Madrid, destacando la imagen positiva de su equipo pese a ha no haber podido sumar, al menos, un punto. Sensación de orgullo de Betis para una afición heliopolitana que al igual que el técnico chileno y sus futbolistas aguarda con ilusión el inicio de la Liga Europa, una competición donde el cuadro verdiblanco quiere mejorar su última actuación tras caer ante el Eintracht Fráncfort, actual campeón, de forma dolorosa en octavos. Por eso, el Betis ha activado ya el modo Liga Europa.

El Betis demostró en la capital de España que puede jugarle de tú a tú al actual campeón de Europa. Así se vio en muchas fases de un partido en el que fue fiel a sus señas de identidad. Presión alta para robar en campo contrario y verticalidad hacia la portería rival, emergiendo la figura de Sergio Canales. El cántabro firmando un partido de 10 y que se encuentre en un buen momento de forma es una noticia muy positiva para su equipo. Gol, clase y dotes de mando para generar el fútbol del Betis, y más, tras la lesión de Fekir, cuando apenas se llevaban diez minutos de partido.

Canales firmó un muy buen partido en el Bernabéu y empieza a mostrar un nivel alto en el inicio del torneo

La ausencia del galo influyó en la parcela ofensiva de un Betis al que le faltó un puntito más de solidez y de mordiente ofensiva para haber tenido más opciones de haberse llevado algún botín del coliseo de la Castellana. Y es que los de Heliópolis sufrieron con los balones a la espalda de los centrales, con Vinicius y Benzema muy activos, y el poderío físico y la potencia que este año tiene el Real Madrid con un Tchouaméni espectacular. Luiz Felipe, que ofreció buenas sensaciones aunque con algunas cosas aún por mejorar, y Édgar sufrieron en muchas fases del choque, y el gol de Rodrygo enturbió la excelente actuación que hasta entonces estaba realizando Rui Silva. La entrada de Fede Valverde se dejó notar en este Madrid actual, cargado de calidad física, y llegó el 2-1 en una buena acción colectiva con el uruguayo como protagonista.

Pero este Betis volvió a dejar claro que no pierde nunca la fe e intentó buscar el tanto del empate, pero le faltó más variables ofensivas desde el banquillo. A Luiz Henrique se le vio todavía muy verde, fruto de una madurez lógica en su fútbol al estar en estos momentos en periodo de adaptación, ya que el ritmo de juego en Brasil nada tiene que ver con el de LaLiga y tampoco debe caer en él una responsabilidad excesiva cuando su fichaje es una apuesta. Llegó para ocupar el sitio de Lainez (tal vez, el paso de los encuentros lo dirá, necesitaba el Betis un jugador con rendimiento inmediato), y también sufrió en tareas defensivas junto con un Sabaly desbordado en todo momento. De hecho, si algo quedó claro en Madrid, es que Ruibal, tras no llegar Bellerín, debe ser titular en estos momentos para tapar ese lunar en la planificación.

No obstante, estas cuestiones quedan, de momento, en segundo plano, ante la buena imagen, en general, que dio el Betis ante el Madrid. Un Betis con hambre que ha activado ya el modo Liga Europa. Helsinki, próxima parada.