El Betis fue en Mendizorroza un equipo competitivo, en una versión de solidez que no se recordaba desde la segunda vuelta de la primera temporada de Quique Setién. Y a los verdiblancos no les ha hecho falta una defensa de tres centrales o una revolución en su plantilla, sino creer en el mensaje de Manuel Pellegrini, que ha tenido claro desde el inicio que necesitaba rebajar la cifra de goles encajados.

A partir de ese equilibrio defensivo, el Betis le fue comiendo terreno a este deficiente Alavés que dirige ahora Pablo Machín y sólo los postes evitaron que los goles verdiblancos se hubieran celebrado con anterioridad al postrero y definitivo de Tello. Pero hasta en eso exhibió un cambio de aire el equipo bético, que tuvo convicción para creer en el triunfo hasta el final.

La pizarra del Betis

Pellegrini zarandéo el árbol en la recta final –quizá el cansancio de jugadores como Joaquín, Fekir o Borja lo hubiera reclamado antes– y encontró el premio con ese gran disparo de Tello, un futbolista distinto a lo que tiene en la plantilla y que siempre resulta un recurso de lujo.

Defensa

La primera consigna desde la pretemporada ha sido mejorar el rendimiento individual y colectivo en la defensa. Para ello, Pellegrini ha retocado el esquema con la inclusión del doble pivote –Guido Rodríguez y William Carvalho– por delante de los centrales, que ahora se ven más auxiliados en esas tareas sin balón que comienzan con una presión en campo rival. Además, es más difícil sorprender a la zaga en las transiciones con esa acumulación de jugadores por detrás de la pelota, a lo que se añade que el equipo no se exige siempre una salida limpia desde atrás, con lo que también se evitan esas pérdidas en zonas peligrosas de tiempos anteriores.

Mandi sujeta a Lucas Pérez.

Únicamente a balón parado sufrió el Betis en Mendizorroza y ahí emergió la figura de Claudio Bravo para comenzar a justificar su incorporación con una doble parada de gran mérito.

Ataque

Le costó al Betis romper la maraña defensiva del Alavés, pero también la paciencia fue un arma positiva en esta ocasión. La movilidad de Canales y Fekir, acompañados por las subidas de Emerson o la llegada de Guido, generaron peligro, aunque los verdiblancos se estrellaron dos veces contra la madera de la portería de Fernando Pacheco.

Con el cansancio notándose en las piernas de jugadores como Joaquín o Fekir, Pellegrini tiró de hombres como Aitor Ruibal y Tello para seguir buscando la victoria. E incluso la entrada de Diego Lainez, ya en la prolongación, también sirvió para mantener esa actividad ofensiva ante la buena entrada que tuvo el mexicano en el partido. El gol de Tello fue la recompensa a esa actitud esforzada y positiva y los tres puntos dejan un sabor muy dulce para este incipiente Betis.

Virtudes

La concentración para mantener la solidez atrás; la calidad ofensiva sigue intacta y eso permite desequilibrar en cualquier acción.

Talón de Aquiles

Previsible en ataque durante muchos minutos; necesita más velocidad en las acciones ofensivas.