Betis | Junta de accionistas

De la división al reproche

Imagen de la celebración de la Junta del Betis en el Benito Villamarín.

Imagen de la celebración de la Junta del Betis en el Benito Villamarín. / Antonio Pizarro

Era la Junta General de accionistas de la división en el Betis y así se atisbó durante las casi seis horas en las que se desarrolló en el frío escenario del Benito Villamarín. Con un amplio respaldo accionarial –hasta 47.517 acciones de las 85.073 que acudieron–, el consejo consiguió aprobar todas sus propuestas marcadas en el orden del día –a excepción de uno de los dos consejeros que pretendían incluir–, pero también encontró los reproches de numerosos accionistas minoritarios.

Desde el ex presidente Juan Carlos Ollero a voces anónimas que salieron al estrado para denunciar, sobre todo, los pésimos resultados deportivos aunque también hubo referencias a la delicada economía de la entidad. Además, Rafael Salas y Francisco Galera, dos de los miembros de la plataforma Es posible otro Betis (EPOB) que habían iniciado ese movimiento alternativo a los actuales dirigentes, expresaron su disconformidad con la gestión de la entidad. Fue una Junta agria por momentos, en la que ni primera votación, donde ya se refrendó la mayoría accionarial del consejo, sirvió para atemperar las críticas por una situación económica y, sobre todo, deportiva que preocupó a numerosos accionistas.

Ángel Haro y José Miguel López Catalán. Ángel Haro y José Miguel López Catalán.

Ángel Haro y José Miguel López Catalán. / Antonio Pizarro

También hubo quienes pidieron unión o que se tendieran puentes entre los béticos, aunque las heridas abiertas son demasiado recientes, como mostró el presidente, Ángel Haro, en un discurso final en el que arremetió duramente contra la alternativa. "Los accionistas han dado su parecer sobre la gestión del club. Nos han respaldado casi un 30% más que a la otra alternativa, pese la ayuda de Castaño y Lopera. Desde este consejo pedimos al resto de accionistas que dejen trabajar a los rectores. Que por el bien del Betis la actualidad de nuestro club se centre en lo deportivo, que dejen la guerra en los medios. Al Betis no lo gobiernan los comentarios de Twitter, sino los accionistas que lo eligen. Han llevado una situación de tensión al club, incidiendo en el equipo. Los béticos se merecen alternativas estudiadas y no panfletos de última hora. Quienes formamos el consejo somos personas inteligentes. Tenemos que ser autocríticos y recobrar la confianza de los béticos. Resolveremos la situación económica con soluciones imaginativas, y en lo deportivo seguiremos la línea de Cordón y Pellegrini. No podemos pedir paciencia, sino lealtad y beticismo, y pido que apoyemos al equipo, jugadores y responsables deportivos. Tenemos dos opciones, la bronca continua o la unidad. Con la primera difícilmente lograremos el Betis grande de los béticos", finalizó el presidente en una dura alocución tras los reproches que había escuchado durante toda la tarde.

Un vigilante toma la temperatura a Juan Carlos Ollero. Un vigilante toma la temperatura a Juan Carlos Ollero.

Un vigilante toma la temperatura a Juan Carlos Ollero. / Antonio Pizarro

"Han descrito una situación de la sociedad con la que no estoy de acuerdo. Voy a aprobar las cuentas, lo contrario sería un daño excesivo al Betis", había expuesto Ollero, uno de los accionistas críticos y que mantuvo rifirrafes con el presidente. "Éste es el concepto del Betis de los béticos que tiene el actual consejo", añadió Ollero ante la escasa duración de las intervenciones.

"Absolutamente, mi hijo, de ninguna manera, nunca, ha trabajado con el Betis, ni ha tenido relación con el Betis. No sé quién empezó esa calumnia de tuiteros y biriperiodistas", señaló molesto José Miguel López Catalán, ante las acusaciones vertidas por algunos accionistas. "A usted lo conocen por ser el mamporrero de Lopera", le espetó Haro a un accionista muy crítico con los dirigentes. "Hay veces que uno explota, pero es conocido por mover los hilos de cosas que pasaban del pasado", intentó el presidente en un intento de atenuar su comentario anterior.

Lorenzo Serra Ferrer, a su llegada a la Junta. Lorenzo Serra Ferrer, a su llegada a la Junta.

Lorenzo Serra Ferrer, a su llegada a la Junta. / Antonio Pizarro

"Defender lo indefendible es imposible. Estamos aquí hoy para votar la gestión del año pasado y han mostrado los últimos cinco años. Te lo digo mirándote a los ojos. Eres el presidente de la entidad más grande del mundo. Lo que ves en el campo se ve en los despachos. Lo llevo diciendo desde que entré en el consejo. Estamos condenados. Nosotros no hemos querido un batalla. Lo que hemos hecho es decir basta ya. Ya no aguantamos más. Lo que he percibido es sumisión, no unión", señaló Rafael Salas a la mesa presidencial en una de sus intervenciones. "Nuestra plataforma está fundamentada en recuperar la esencia de la pluralidad del Betis, de una gestión deportiva, económica y social responsable y respetuosa con lo que representa. En el Betis no se encuentran debidamente representadas todas las sensibilidades que lo conforman, no sólo accionistas mayoritarios, sino accionistas de referencia, abonados, peñas... No podemos confundir el Betis con el poder. Opinar en contra de la gestión se define como desestabilizar, se señala a algunos béticos que opinan diferente como que quiera que pierda el Betis. Eso es un disparate. ABA ha tenido cinco ejercicios y ya ha diseñado el que viene, tengo la sensación de que hay una participación demasiada trascendente del consejo en la gestión e impide que los verdaderos profesionales puedan trabajar", criticó con serenidad Francisco Galera.

Finalmente, EPOB apeló a su derecho a incluir un consejero por proporcionalidad de acciones para incluir a Pablo Martín Pelegrín en el consejo -representará a la empresa Siete Pulmones SL-, por lo que los actuales dirigentes sólo pudieron nombrar uno más, siendo elegido Ricardo Díaz Andrés y quedándose fuera José Antonio Tirado. Con el movimiento legal de EPOB, además, el consejo actual se aseguraba el resto de reelecciones, con lo que Ángel Haro, José Miguel López Catalán y José María Pagola prolongaron su continuidad por cinco años más.

"Llegamos hace cinco años en Segunda y con un convenio de acreedores y ahora la situación de la sociedad ha cambiado radicalmente. El crecimiento en todo los ámbitos es innegable. Todos los béticos quieren éxitos deportivos, pero esto no se consigue sin una buena gestión empresarial, sin exigencia y sin estabilidad", justificó Haro, en una Junta que ganó con la holgura del apoyo accionarial pero que hizo evidente la división entre los béticos.

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