Betis, las variables de Manuel

Análisis táctico

Pellegrini deja hueco en su libreta al 4-1-4-1 que se vio ante el Elche

Juego por dentro con Fekir y Canales y profundidad exterior

Defensa adelantada para la presión y el robo

Pellegrini conversa con Antonio Cordón junto a su cuerpo técnico.
Pellegrini conversa con Antonio Cordón junto a su cuerpo técnico. / Antonio Pizarro
Juan Pinto

04 de noviembre 2020 - 07:00

Sevilla/Manuel Pellegrini tuvo muy claro desde su llegada al Betis los conceptos tácticos que iba a implantar en su equipo. Y uno de ellos pasaba por jugar con el doble pivote dentro de un dibujo basado en un 4-2-3-1, con dos jugadores que hicieran fuerte el centro de campo para fortalecer el eje de la zaga y mejorar las prestaciones defensivas de los verdiblancos, apostando en un primer momento por Guido Rodríguez y William Carvalho.

Sin embargo, como se vio ante el Valencia en Mestalla y en otros partidos, el chileno también está apostando por usar a Canales en esa posición, un poco más retrasada para que organice el juego ofensivo de su equipo en labores del 10. Pero ante el Elche, el Ingeniero dio una vuelta de tuerca más y dio paso a un 4-1-4-1, con Guido por delante de la zaga y Canales actuando por dentro con Fekir, mientras que Joaquín y Tello caían a las bandas para apoyar las constantes subidas de Álex Moreno y Emerson, que reflejaron la importancia que tienen los laterales en la concepción del juego de los equipos de Pellegrini.

Así, el Betis ganó muchísimo en profundidad, generando fútbol desde dentro hacia fuera para intentar finalizar otra vez desde dentro y, sobre todo, por apostar por los cambios de ritmo en los metros finales, con Tello como nombre propio. Y es que las características del futbolista de Sabadell se adaptan perfectamente a la idea y al concepto futbolístico que el preparador heliopolitano ha plasmado en su equipo.

Y todo esto sin dejar de lado otras cuestiones tácticas que continúan muy presentes en este Betis, como la defensa adelantada, clave para realizar una presión alta sobre la salida de balón del rival, cosa que también se vio ante los ilicitanos, para intentar robar siempre en campo contrario lejos de la portería defendida por Bravo, que ante los franjiverdes, en la primera parte, fue un mero espectador.

Pellegrini dialoga con Alexis en la sesión preparatoria de ayer.
Pellegrini dialoga con Alexis en la sesión preparatoria de ayer. / Antonio Pizarro

El resultado de todo esto se vio en un primer tiempo extraordinario de un Betis que embotelló a un Elche incapaz de dar tres toques seguidos a la pelota o salir con peligro para acercarse al área verdiblanca, fruto también de la buena colocación de los pupilos heliopolitanos en el terreno de juego a la hora de ocupar los espacios, lo que también se tradujo en muchas recuperaciones de la pelota fruto de la desesperación e incapacidad del cuadro de Jorge Almirón de sacar el balón jugado.

Todos estos detalles reflejan cierta mano de entrenador, aunque todavía el Betis tiene detalles por pulir. Sobre todo, cuando se enfrenta ante rivales más exigentes, como se vio ante Getafe, Atlético o Real Sociedad, al margen de cuestiones del VAR, que sacaron las costuras de los de Heliópolis a base de intensidad y fútbol. O incluso, errores como el del gol del Elche, con Guido yendo a la marca de Bartra con Lucas Boyé dejando que el autor del gol entrara solo por el centro. E incluso, el propio Pellegrini tiene en la lectura de los cambios una tarea por mejorar.

Detalles a enmendar en el Betis pos de encontrar esa regularidad que el chileno desea en cuanto a los picos de rendimiento demostrados en estas ocho primeras jornadas por su equipo, que también plasma en el campo las variables de su idea, las variables de Manuel.

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