Real Betis | Europa League

Betis - Rangers: Sin control alguno, al purgatorio de la Conference

  • Sin el mando del partido desde el centro del campo, el Rangers hizo dos goles en el primer tiempo con demasiadas facilidades

  • El alto ritmo del duelo le impidió llegar al final con fuerzas

  • Así jugaron los futbolistas del Betis

Ayoze dialoga con Willian José con Miranda y Abde desesperados tras el tercer tanto del Rangers.

Ayoze dialoga con Willian José con Miranda y Abde desesperados tras el tercer tanto del Rangers. / Juan Carlos Vázquez

Con todo a favor, el Betis falló por primera vez en la temporada en su fortín de Heliópolis. Donde nadie había ganado esta temporada aún, donde el Atlético o el Real Madrid no pasaron del empate, donde ningún rival este curso había hecho más de un gol en lo que va de curso, el Rangers lo logró, ganó y mandó al conjunto de Manuel Pellegrini –que debe estar preguntándose ahora por qué no inscribió a Chadi Riad en la lista A para esta Europa League– al purgatorio de la Conference League a expiar los pecados. El primero, ser incapaz de controlar el centro del campo con un doble pivote formado por William Carvalho y Guardado, impotentes para frenar las llegadas de los jugadores visitantes en el primer tiempo. Eso llevó a un partido de una alta intensidad desde el inicio para el que no estaba preparado por la falta de ritmo de ambos en la medular que impidió al cuadro sevillano tener el control.

Al final el Betis se desarmó y entre la falta de fuerzas y el descontrol por acumular tantos futbolistas, en 17 minutos desde el 2-3 anotado por la escuadra escocesa no probó ni una vez a Butland, con centros a la nada y remates a la grada.

Defensa

Inusualmente descolocados atrás y con un Pezzella poco reconocible sin demostrar la jerarquía de otros días -quizás necesitado de un descanso-, los jugadores verdiblancos fueron incapaces de frenar las llegadas del Rangers en el primer tiempo. El equipo de Glasgow tenía superioridad en el centro del campo y por ahí empezó a perder el encuentro un Betis que dejaba muchos espacios y se mostraba poco expeditivo en la retaguardia, despistándose en las marcas en todos los goles encajados.

Pezzella, desesperado en el suelo. Pezzella, desesperado en el suelo.

Pezzella, desesperado en el suelo. / Juan Carlos Vázquez

El 0-1 llega de una mala salida de pelota de Rui Silva que acaba rematando Sima con demasiada facilidad; el 1-2, de un saque de banda y en tres toques Dessers se planta en el área y con un recorte sienta a los dos centrales; y el 2-3 con Goldson agarrando solo la pelota en el segundo palo tras un córner y Roofe rematando sin oposición en el área chica. Un Betis que había crecido desde la seguridad en la retaguardia acabó en la Conference por su debilidad atrás.

Ataque

Generó mucho en ataque, especialmente en el primer tiempo y tras el 0-1, reaccionando rápidamente y teniendo opciones para ponerse con el 2-1. La conexión entre Miranda y Ayoze por la izquierda es un generador de ocasiones a lo que se suma la distribución de Isco cuando vislumbra el área contraria.

Sin puntería, con Guardado rematando al palo con el 1-1 y Assane cabeceando al larguero con el 2-2, al final el Betis fue incapaz de meterle el miedo en el cuerpo al Glasgow. Tuvo 17 minutos desde el 2-3 para buscar el empate, pero el primer tiempo de ida y vuelta acabó pesándole física y mentalmente al final. En el tobogán de la jornada fue primero de grupo, segundo por momentos y acabó tercero sin rematar a puerta cuando un gol le daba la clasificación como primero.

Virtudes

La capacidad para reaccionar con el 0-1 y el 1-2.

Talón de aquiles

La falta de puntería en el primer tiempo y la fragilidad en defensa demostrada en los tres goles.

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