Real Betis

Rubi y una lectura de futuro

Rubi observa el entrenamiento de su equipo.

Rubi observa el entrenamiento de su equipo. / Juan Carlos Muñoz

Tras una noche dura en Villarreal, donde el Betis encajó la segunda goleada de la temporada en sólo siete jornadas, la expedición verdiblanca regresó a Sevilla con el gesto serio. Caras largas entre los jugadores que también se repitieron en el entrenamiento que la plantilla realizó nada más llegar a la capital hispalense, aunque el discurso de Rubi fuera encaminado a una lectura de futuro de aquellos aspectos en los que se debe incidir y también en los que no pueden volver a aparecer en un césped.

El técnico quedó satisfecho con la primera hora de partido realizada por su equipo. El Betis gobernó el duelo con la pelota y también le dio velocidad al juego por las bandas, ese aspecto que ya apareció ante el Levante y que en Villarreal de nuevo sirvió para acumular numerosas llegadas al área rival.

Álex Moreno y Joaquín como extremos, pero también Pedraza y Emerson desdoblándose en ataque aprovecharon los pasillos que concedió el Villarreal, aunque luego sus centros no acabaran conectando con Borja Iglesias y Loren, que no tuvieron la inspiración mostrada tres días antes frente al Levante.

Ese 4-4-2 que Rubi planteó ante el equipo amarillo mostró su coordinación tanto a la hora de defender –el Villarreal apenas acumuló dos llegadas en la primera hora de partido– como en ataque, donde los verdiblancos dieron un paso adelante tras el descanso. Así llegó el empate de Emerson, pero también las oportunidades de Pedraza, Borja Iglesias, Álex Moreno, Joaquín o William Carvalho que debieron darle la vuelta al marcador.

En esos primeros 60 minutos del duelo se vislumbró al Betis más completo de la temporada y, sobre todo, de visitante, donde hasta ahora había rebajado sus prestaciones. No tuvo nada que ver el equipo que compareció en Villarreal con el de Pamplona o el Camp Nou, acercándose a ese Betis que pretende Rubi lejos de Heliópolis.

Pero la descomposición final del equipo también deja aspectos negativos, más allá de esa polémica decisión del VAR. Ya en la propia sala de prensa de La Cerámica, Rubi admitió que esa mala imagen de su equipo no debe volver a repetirse, por más incidencias que ocurran en un partido y que puedan afectar al rendimiento de los jugadores.

También el técnico debe tomar nota de esas situaciones. Los cambios introducidos con el equipo ya perdiendo no sirvieron para reconducir la situación y, al contrario, favorecieron la aparición de espacios en campo propio ante un rival especialista en aprovecharlos y que introdujo a sus velocistas.

Estrada Fernández visiona el polémico penalti que supuso el 2-1. Estrada Fernández visiona el polémico penalti que supuso el 2-1.

Estrada Fernández visiona el polémico penalti que supuso el 2-1. / Domenech Castelló / Efe

Aunque el fondo de armario con el que cuenta el técnico tampoco es muy amplio en determinadas posiciones clave de su libreta –un aspecto que apunta a la planificación–, las decisiones dentro y fuera del terreno de juego no ayudaron a frenar esa sangría que acabó en goleada.

Rubi, mientras tanto, prefiere quedarse con mucho de lo bueno realizado por su equipo, a la espera de ese partido ante el Eibar del próximo viernes, que de nuevo se antoja clave para no descolgarse de la zona alta justo antes de una nueva pausa liguera. Ahí otra vez deberá meter el bisturí el entrenador catalán para continuar avanzando en los apuntes de su libreta.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios