Betis

Una cuenta atrás con varias dudas

  • El Betis de Rubi enfila la semana previa al inicio liguero con ajustes por realizar tanto en el método como en el once

  • Fekir, el único fijo en el ataque

  • Los deberes de Rubi

Rubi dialoga con sus jugadores en el entrenamiento del pasado viernes.

Rubi dialoga con sus jugadores en el entrenamiento del pasado viernes. / Juan Carlos Muñoz

Tiene trabajo por delante Joan Francesc Ferrer, Rubi, a menos de una semana para el inicio liguero. No ha dejado buenas sensaciones el Betis durante una pretemporada diferente a las anteriores, tanto por el cambio en el banquillo como por la distinta planificación, y en la cuenta atrás para el estreno el técnico necesita despejar varias dudas de su ecuación. Si los resultados durante el trabajo estival no suelen ser definitivos –sobre todo cuando son negativos–, la visita del Valladolid ya sí marcará si el rumbo tomado por el equipo es el adecuado.

Le está costando a la plantilla verdiblanca adaptarse al cambio de esquema y de propuesta marcados por el entrenador. Rubi ha recuperado la línea de cuatro atrás, aunque sí ha variado las combinaciones en la medular entre el 4-3-3 y el 4-2-3-1, más habitual este último tras la incorporación de Nabil Fekir. No sólo la pérdida de un efectivo atrás ha provocado los desajustes defensivos, sino que al equipo le está costando realizar una presión adelantada o tras pérdida, lo que ha facilitado las llegadas de los rivales.

El manual de Rubi implica, además, asumir mayores riesgos en el ataque, con la búsqueda de la verticalidad como primera alternativa o los centros al área, dos opciones casi prohibidas en el pasado. Con esa propuesta, las pérdidas del balón aumentan, de ahí que sea imprescindible ajustar mejor los mecanismos sin la pelota, un asunto que, hasta ahora, no ha hallado remedio.

Como atenuante aparece el mayor trabajo físico realizado este verano, donde han predominado las sesiones de entrenamiento por encima de los partidos amistosos. Esa mayor carga en las piernas aparece como justificación para esa falta de chispa que se ha atisbado en los jugadores béticos tanto a la hora de desbordar como a la de defender, de ahí que una de las premisas de esta última semana pasa por mejorar ese aspecto del equipo.

Nabil Fekir sujeta la pelota durante un entrenamiento. Nabil Fekir sujeta la pelota durante un entrenamiento.

Nabil Fekir sujeta la pelota durante un entrenamiento. / Juan Carlos Muñoz

También la faceta ofensiva, a la espera de esa frescura que otorgue velocidad, ha dejado sombras. A la ausencia del deseado delantero se une que apenas Tello ha enseñado desborde entre los atacantes, con Canales todavía desubicado en el nuevo esquema y con Joaquín y Fekir lejos de su mejor estado físico. El joven Diego Lainez todavía necesita madurar mientras que Juanmi se atisba más como un recurso de plantilla que para convertirse en un factor diferencial.

A la espera de Guardado y Mandi, los dos últimos en incorporarse al equipo, el once inicial para el estreno también alberga algunas dudas. En el lateral diestro, ni Emerson ni Barragán han hecho suya la camiseta, y en el centro de la zaga sólo Bartra parece indiscutible, con Sidnei un paso por delante de Feddal; el acompañante de William Carvalho en la medular tampoco se vislumbra, con Kaptoum acumulando muchos minutos pero más por la falta de efectivos que por otra cosa; y en el ataque, si Fekir es fijo como refuerzo estrella, las plazas en las alas están en el aire, mientras que Loren apunta a la delantera hasta que llegue el ansiado refuerzo.

Rubi iniciará mañana la cuenta atrás de la preparación, con la pretensión de afinar al máximo a su equipo para un inicio liguero en el que debe ofrecer una imagen distinta a la estival.

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