Betis

El presente de Joaquín

Joaquín, en el banquillo del Metropolitano.

Joaquín, en el banquillo del Metropolitano. / Europa Press

Tras 20 años de trayectoria en el fútbol profesional, Joaquín cada vez tiene más cerca su adiós al Betis. Aunque el portuense comenzó la temporada sin querer marcarse su despedida, la realidad le ha hecho asumir que el final está más cerca. "Me gustaría disfrutar de lo que me queda, seguramente éste sea mi último año", indicó ayer el capitán bético, que participó por videoconferencia en una de las ponencias del Marca Sport Weekend presentada por Vicente Ortega y Labi Champion.

Con todo, no está siendo una temporada sencilla para Joaquín. Tras superar el primer tercio de la competición, el portuense aún no ha salido como titular en la Liga, en la que apenas ha disputado 100 minutos repartidos en ocho encuentros de los que salió desde el banquillo. Eso sí, Manuel Pellegrini, que está manejando la situación por su buena relación con el portuense, a quien conoce desde la etapa de ambos en el Málaga, sí lo ha puesto entre los once elegidos en los cuatro partidos de la Liga Europa.

"Lo que pasa es que al final con 40 años... El otro día jugué con niños que cuando debuté no habían nacido y digo ‘aquí ya estoy sobrando’", comentó el propio Joaquín, haciendo referencia a ese partido ante el Bayer Leverkusen en el BayArena en el que brilló Wirtz, la joven perla alemana que con sólo 18 años está deslumbrado este año en la Bundesliga y en Europa.

Imagen de la sala de la Fundación Cajasol. Imagen de la sala de la Fundación Cajasol.

Imagen de la sala de la Fundación Cajasol.

"Me gustaría disfrutar de lo que me queda, seguramente éste sea mi último año, queremos que sea un año bonito y que podamos estar en Europa otra vez. Llevamos una racha de tres partidos que no se está consiguiendo ganar y el derbi lo perdimos, pero seguimos en la pelea y entre los cinco primeros. Estoy intentando disfrutar de los minutos que me dé el míster y es la ilusión con la que me entreno cada día, aunque no es fácil", afirmó el portuense, que ya asume un discurso distinto al del inicio de temporada.

"Manuel me conoce perfectamente, sabe, o yo sé cuál es mi rol, y él sabe que yo quiero jugar. Soy el capitán, sé para lo que estoy, pero me siento jugador y quiero jugar. No me pone y se la lío, me mosqueo. Estoy aquí para jugar, mi compromiso es estar en el campo, donde me tienen que juzgar", comentaba Joaquín en el mes de agosto, cuando la temporada estaba comenzando y el portuense aún confiaba en tener más participación.

Con el paso de las jornadas, Joaquín ha ido adaptándose al nuevo rol que le ha otorgado Pellegrini, que quiere que el capitán sea una referencia en el vestuario para los más jóvenes, aunque su participación en el terreno de juego sea menor a la de otras temporadas. "No estoy acostumbrado a estar tanto tiempo en el banquillo. Sabía que iba a ser un año en el que iba a disfrutar, pero que iba a ser difícil. Contra ello peleo, contra el día a día y mi mente. Es fácil con 40 años que tengo, con esa exigencia y la ilusión por jugar, venirte abajo y que el chip cambie", reconoció el portuense, casi entre lágrimas, tras el partido ante el Alavés, en el que volvió a tener protagonismo al dar la asistencia del gol de Borja Iglesias que sirvió para la victoria en Mendizorroza.

"A los béticos les digo que sé que estamos pasando una racha complicada de resultados, pero que queda mucho. Estamos entre los cinco primeros y este equipo va a pelear para cumplir los objetivos", afirmó ayer Joaquín como despedida de su videoconferencia ante casi un centenar de aficionados que se acercaron a la Fundación Cajasol.

El futuro del capitán heliopolitano pasa más que nunca por el presente. Sin bajar los brazos a la hora de querer seguir acumulando partidos, Joaquín ya comienza a aceptar públicamente que esta temporada será la última de su carrera.

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