El delantero de moda en España se llama Borja Iglesias. Seis goles, máximo realizador nacional y con un rendimiento que ha conseguido rendir a sus pies a la afición del Benito Villamarín. Le ha costado, pero el público ya es de El Panda.

En su cuarta temporada de verdiblanco el delantero gallego está, seguramente desde la pasada campaña, entre las estrellas del Betis y ahora tiene la oportunidad de convertirse en un referente de la selección nacional. Su primera convocatoria con el combinado nacional, de la mano de un Luis Enrique al que le ha costado citarlo y que la lo conocía de su etapa en el Celta, es la penúltima antes de la lista definitiva para el Mundial de Catar, lo que puede suponer un escaparate internacional para un jugador que ha pasado por todos los estados de ánimo y de forma en Heliópolis y que ahora, en lo más alto, puede incluso revalorizarse y hacer olvidar a más de uno los 28 millones que en su día costó su traspaso desde el Espanyol.

El gallego ha arrancado en LaLiga con un rendimiento superlativo. Seis goles en seis partidos (y una asistencia) que le han supuesto a su equipo 9 puntos: marcó los dos tantos en el 1-2 en Mallorca, el gol que valió el triunfo frente al Osasuna y los dos con los que los verdiblancos superaron al Girona la última jornada.

Por delante en la tabla de realizadores de Primera División sólo tiene por delante a Robert Lewandowski (8 goles) y el otro nueve puro llamado por Luis Enrique es Morata, que lleva tres dianas menos y hace cuatro partidos, entre la Liga y la Champions, que no marca. Gerard Moreno está lesionado y Raúl de Tomás se autodescartó saliendo del Espanyol y firmando por el Rayo Vallecano con el mercado cerrado, por lo que no podrá jugar hasta enero. Todo hace indicar que en este doble compromiso puede debutar oficialmente con la selección (ante Suiza y Portugal) y, quién sabe, si convertirse en la referencia arriba. El Panda puede hacerse (más) grande en Catar.

Borja Iglesias trata de superar a un defensa del Girona.

Pero llegar a este momento le ha costado. Sangre quizás no, pero sudor y lágrimas sí. Los delanteros viven del gol con la justa referencia respecto a su coste. Y eso fue una losa para Borja Iglesias en su arranque como bético. Venía de anotar 20 goles en 43 encuentros en la 2018-19 con el Espanyol: 17 en la Liga y tres en Copa del Rey. Los 28 millones de su traspaso eran un cuchicheo en las gradas con cada partido en el que no veía puerta de verdiblanco en la 2019-20, en la que acabó con apenas tres tantos en Primera División y seis en total -dio cuatro asistencias- en los 40 choques que disputó en todas las competiciones con Rubi en el banquillo, a quien le dio el relevo Alexis Trujillo en las últimas ocho jornadas.

Los 28 millones de su traspaso del Espanyol pesaron en su primera temporada en el Betis

Se puso en manos de profesionales y él mismo se encargó de visualizarlo para servir de ejemplo a otras personas que, por diferentes situaciones, lo estén pasando mal. La conversación con Patricia Ramírez psicóloga vinculada al betis desde hace años, aparece en la segunda temporada del documental Six Dreams. Eso unido a las charlas con Manuel Pellegrini supusieron un antes y un después. "Pellegrini me llegó a decir que estaba decepcionado conmigo. Que estaba seguro de que podía dar más", reconoció en su día el gallego, que se ha adaptado a las exigencias del técnico y ha aprendido a vivir con la presión y a preocuparse sólo por aquello que puede controlar. Es feliz en el campo y eso se nota en su rendimiento.

Ya en la 2020-21 elevó su cifra hasta los 13 goles (11 en el campeonato liguero y dos en Copa) y la campaña pasada, la 2021-22, dio el salto definitivo hasta los 19 tantos, marcando en todas las competiciones (10 en liga, ocho de ellos en la segunda vuelta, cuatro en Liga Europa y cinco en la Copa del Rey, incluido el gol de la final). Borja Iglesias ha sabido cambiar con trabajo y tesón el sonido de viento de la grada del Benito Villamarín y las críticas de su primer ejercicio en el Betis en redobles de aplausos cada vez que pisa el césped de Heliópolis. Y ahora quiere ganarse, con el mismo trabajo y esfuerzo, el favor de la afición española y, por qué no, convertirse en el 9 de España. La felicidad hecha gol.

Borja Iglesias, antes de lanzar el penalti ante el Girona.