A falta de diez días para la celebración de la Junta General de accionistas -si es que la misma se desarrolla en la primera convocatoria del próximo 30 de diciembre-, la previa de la misma ofrece acontecimientos desiguales con respecto a las dos del pasado año. Y es que la mediocridad deportiva continúa instalada en Heliópolis, pese al cambio de nombres en el proyecto con la llegada de Miguel Torrecilla por Eduardo Maciá, del que ahora se valora esa fallida planificación del pasado año que se acabó maquillando a última hora con el décimo puesto.

Esa falta de resultados deportivos también en la actual temporada -con cambio de entrenador incluido en el primer equipo-, en todas las facetas de este pretendido Betis multidisciplinar -dos de los puntos del día remiten a la compra del Betis Energía Plus y a la integración en la sociedad del Fútbol Sala Nazareno-, ha disminuido los apoyos al actual consejo, al que tampoco lo ayudan comportamientos y declaraciones recientes.

Como botón de muestra de esa mengua en el enrarecido ambiente aparece la decisión tomada por la asociación Por Nuestro Betis la pasada semana, cuando decidió su abstención en los asuntos relacionados con los temas económicos presentados por el consejo, algo inédito en los últimos años. Al igual que esta asociación, otros accionistas, con mayor o menor peso, también muestran dudas sobre su decisión final, al entender que la gestión del club no está siendo la adecuada en los últimos tiempos.

Con todo, Ángel Haro y José Miguel López Catalán continúan la campaña que iniciaron en los medios oficiales de la entidad para movilizar a tantos accionistas como el pasado año. Eso sí, los dirigentes, tras el fracaso de la negociación con Manuel Ruiz de Lopera y Bitton Sport, iniciaron contactos con esta última, incluso antes de anunciar si finalmente será inscrita en el Libro de accionistas como propietaria del 19,96% que hasta septiembre del pasado año siempre representó Farusa.

Precisamente, la reaparición en la escena de la empresa vinculada a Luis Oliver es otro de los aspectos distintos al pasado año, aunque su presencia en la Junta depende de lo que exprese el consejo, que solicitó informes jurídicos para cubrirse las espaldas sobre la resolución de este asunto.

Con Lopera más pendiente de la sentencia del Juzgado de lo Mercantil sobre el paquete que continúa intervenido, el ex consejero Manuel Castaño, que presentó una candidatura en la primera de las juntas del pasado año, tampoco ha movido ficha, pese a que su figura representa ahora mismo al mayor accionista individual de la entidad, salvo que se hayan producido compras de acciones en los últimos días.

Las críticas de ex presidentes como Juan Carlos Ollero, quien convivió con los actuales consejeros, Hugo Galera y Manuel Ruiz de Lopera también han provocado reacciones dispares, al señalar a la actual forma de gobierno de la entidad.

Lopera está más pendiente del Mercantil y Manuel castaño esta vez no ha movido ficha

Dentro de esos movimientos previos a la Junta, el club anunció este lunes que continuará renovando la base de datos de sus accionistas. "Todavía es muy elevado el número de personas de las que no se disponen de datos actualizados y que no han participado nunca en las distintas juntas de accionistas", apuntó el club en su comunicado, a la vez que se informó del regalo de una bufanda a los accionistas que se personen en la Oficina de Atención al Bético del estadio Benito Villamarín, otro intento de ganar apoyos que se añade a las llamadas telefónicas realizadas a los accionistas en las últimas semanas.

"Nuestra forma de gestión no tiene nada que ver con la de Lopera o Bitton. Un cambio de gobierno en estos momentos sería dramático", expuso este lunes López Catalán en Canal Sur Radio, donde continuó tratando de ganar adeptos pese a que reconoció las diferencias con algunos grupos de béticos: "Cuando hablábamos de la unión del beticismo no era por la unanimidad, eso es imposible".