Dudas en el momento de dar el salto
Derbi Betis - Sevilla
El Betis llega al derbi tras dos duras derrotas ante el Atlético y el Leverkusen que han rebajado la euforia
Su fuerte está con la pelota
Sevilla/Las derrotas ante el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen, con siete goles encajados, han colocado al Betis ante el espejo justo antes del partido más especial. Tras un 2021 con apenas cuatro derrotas en diez meses, los heliopolitanos han encajado dos más en cuatro días, ante rivales de un calibre superior. Ése es el reto que tienen que asumir los de Manuel Pellegrini para superar a un Sevilla que es de Champions, y darles un alegrón a sus aficionados.
Asentado en la zona alta de la tabla de la Liga, los heliopolitanos no quieren ponerse techo en esta temporada, aunque para ese deseado salto se hace necesario superar a equipos de la talla de este Sevilla, más acostumbrado a estos encuentros de alto voltaje, aunque tampoco llegue a Heliópolis en su mejor momento.
Sin balón
La mejor versión del Betis comparece cuando el equipo se muestra intenso y agresivo sin la pelota, con una presión alta que pretende recuperar el balón lo más arriba posible. El último partido en casa ante el Valencia sería el ejemplo perfecto de ese Betis dominador, que tuvo en el derbi del año pasado en el Benito Villamarín su origen. Todo lo contrario ha sido lo expuesto ante el Atlético y el Leverkusen, donde los verdiblancos exhibieron su peor cara en mucho tiempo.
Con todo, la zona defensiva es el punto débil del equipo, que sufre ante rivales que le quitan la pelota y que le percuten cerca del área. Sin un central que imponga jerarquía –el joven Édgar está siendo el mejor hasta ahora–, el Betis suele conceder demasiadas ocasiones.
Tampoco los laterales, que están rotando, están ofreciendo seguridad defensiva, y todos se comportan mejor en ataque que atrás.
Con balón
Si una característica destaca de este Betis es su capacidad ofensiva. Los verdiblancos se encuentran entre los tres equipos que más construcción ofensiva registran, además de ser uno de los cinco conjuntos con mayor iniciativa y elaboración ofensiva del campeonato liguero, liderando el apartado de posesiones peligrosas.
Además, en la fase de finalización, son el segundo conjunto que más remates realiza, siendo el mejor equipo en cuanto al porcentaje de remates que encuentran la portería rival. Todos estos datos indican esa capacidad del Betis para llegar al área rival, con una identidad que cuida la posesión de la pelota, pero que pretende generar peligro con los menos toques posibles. Guiado por William Carvalho, las asociaciones con Canales y Fekir le otorgan ese plus ofensivo a los de Pellegrini, que sí varían más sus jugadores de banda y la delantera según los estados de forma, con Juanmi, Willian José y Borja Iglesias como sus mejores goleadores.
Lo mejor
Genera mucho fútbol ofensivo, lo que le permite estar casi siempre en los partidos hasta el final.
Lo peor
Su debilidad defensiva, sobre todo si el colectivo no responde. Concede muchas ocasiones.
William Carvalho: Su versión de mariscal eleva al conjunto
Casi nadie esperaba ya a William Silva de Carvalho (Luanda, Angola, 7-04-1992) en el Betis. En su cuarta temporada en el club verdiblanco, el centrocampista tuvo pie y medio fuera del equipo, pero Manuel Pellegrini sí mantenía la fe en el portugués, que le está devolviendo esa confianza sobre el césped. La mejor versión de William se ha erigido en el mariscal de campo del Betis y el inicio del juego pasa por los pies del portugués. Escoltado por Guido Rodríguez, que fija como pivote para aliviar las tareas defensivas, el luso aglutina la pelota, ya sea para distribuirla con celeridad o para mantenerla en sus pies e imponer el ritmo más conveniente para el equipo. Además, con la confianza depositada por Pellegrini, William incluso tiene libertad para acercarse a zonas ofensivas, aunque el disparo a puerta no sea uno de sus puntos fuertes. Más aplicado en la recuperación de la pelota, ese déficit que le apuntó el propio Pellegrini, el buen rendimiento de William ha sido clave para el despegue del Betis en esta campaña, aunque en los dos últimos partidos su nivel, como el del equipo, ha perdido enteros.
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