En el fútbol profesional, tan medido, estudiado y preconcebido, la capacidad de sorpresa es primordial para acercarse a la victoria y fue lo que sucedió en el estadio de La Cerámica para que el Real Betis arrancara un triunfo que puede ser un punto de inflexión en su temporada. Los dos jugadores con más peso específico en la temporada, Sergio Canales y Nabil Fekir, gestaron los dos goles desde la sorpresa. Despistaron a la defensa amarilla con sus súbitas maniobras para renunciar a su mejor pierna, la izquierda, y ejecutar con la derecha. El francés soltó así un gran latigazo para el 0-1 y el cántabro regaló un caramelo a Emerson con un balón tenso y al sitio justo para que el portero local, Sergio Asenjo, dudara.

Nabil Fekir

Y de repente, el campeón del mundo por fin apareció para bailar con Pau Torres. Pasaban las jornadas y Fekir seguía sin alumbrar al Betis con ese fútbol de tantos quilates que su pierna izquierda posee. Y un año después, cortó su sequía de goles en jugadas con una acción de crack, de las que distinguen a los elegidos. Y no se la hizo a un cualquiera, pues Pau Torres es ya sin duda uno de los mejores centrales españoles. El internacional hizo lo que tenía que hacer, cerrarle el posible y probable tiro con la pierna izquierda al francés, pero éste sorprendió a todos con un recorte hacia dentro y un seco disparo cruzado que dejó inmóvil a Asenjo.

Sergio Canales

Si con la derecha también regala esos caramelos... Los registros de Sergio Canales no dejan de multiplicarse. Tan pronto irrumpe en la mediapunta para despertar al Betis y empezar a agitar el partido, como echa una mano en la izquierda a Miranda ante las subidas de Rubén Peña. El fantástico centrocampista cántabro volvió a ser decisivo, como casi siempre, pero esta vez con otra inesperada paloma de su chistera: Fekir sacó el córner desde la izquierda en corto, Canales amagó con devolvérsela y cuando el marcador le cerró su pase con la zurda, recortó y sirvió un enorme centro con su derecha que Emerson aprovechó para el 0-2.

Guardado

Más eficaz en un partido sin tanta ida y vuelta. Discurrió el partido bajo un marcado tacticismo, sin apenas idas y vueltas salvo en alguna contra del Betis, y ese tibio ritmo del balón le vio de perlas a Andrés Guardado para posicionarse junto a Guido, evitar que Parejo surtiera de balones a Gerard Moreno y Alcácer y, de paso, sorprender con alguna de sus irrupciones al área, cosa que hizo para forzar el saque de esquina que originó el segundo gol de los verdiblancos.

Mandi

Secó a Alcácer y emergió a balón parado. Inmejorable noticia sería para Manuel Pellegrini que Mandi describa una trayectoria de regularidad de aquí al final de la temporada. La mayor solidez del actual Betis se explica en parte porque el argelino está subsanando esa tendencia a sufrir repentinos apagones en el transcurso del juego. Ayer se anticipó siempre a Alcácer y por arriba, no se dejó ganar un duelo por los potentes centrales locales.