Liga Santander

Loren apunta a Europa (1-3)

  • El Betis, con dos tantos del marbellí y otro de Javi García, vuelve a exhibir su pegada y vence en Vitoria

  • El equipo de Setién, octavo a tres puntos del séptimo y cuatro del sexto

Loren apunta y dispara. Apunta a la portería y aloja el balón en las redes. Y con sus goles, apunta a Europa. Este lubes volvió a distinguirse como un maestro en la suerte suprema. En lo que da sentido a que veinte tipos en calzón corran tras una pelota de cuero y otros dos aguarden con guantes en sus porterías. Apunta y marca. El joven delantero marbellí es acaso la medalla de más valor que se ha colgado Quique Setién. Había que verlo. Y había que ser valiente para hacerlo debutar ante el Villarreal en Heliópolis. Aquella tarde, bajo el sol sevillano, hizo dos goles en una exhibición de pegada y astucia. Y ayer, bajo la oscura noche vitoriana, repitió su actuación para relanzar, junto al tanto que hizo Javi García, las aspiraciones europeas de su Betis.

Los heliopolitanos, con su justo 1-3 ante el Alavés, alcanzan los 40 puntos, se sitúan octavos y a sólo 3 puntos del séptimo, un Girona que el próximo fin de semana visita el Santiago Bernabéu. El sexto, el Villarreal, atesora sólo cuatro puntos más que los béticos y tampoco lo tienen fácil para puntuar en la próxima jornada, pues reciben a esa formación de pretorianos que dirige Simeone.

Total, que el bético tiene todo el derecho del mundo a ilusionarse con regresar a los torneos continentales. Los que dan prestigio internacional y enorgullecen al aficionado. Setién quizás siga enfriando ese discurso de ambición. Pero a la hinchada se le está calentando la sangre a medida que avanzan las jornadas y su equipo alimenta las expectativas.

El entrenador cántabro optó en esta ocasión por una defensa de cuatro. Mantuvo a los pipiolos Francis y Júnior en los laterales, con Mandi y Bartra en el eje. Por delante, tres parejas escalonadas por dentro: Fabián-Javi García en el cierre, Camarasa-Boudebouz entre líneas y Loren-Rubén Castro en vanguardia.

El entrenador que se enfrenta a Setién al otro lado del tablero no sabe a qué atenerse. El cántabro abre un abanico de variantes y con él, también, otro abanico de opiniones. De nuevo quedaron fuera Tello y Sergio León, dos de los atacantes que tienen más gol.

Pero también en la valija de Loren viaja el gol, vaya que sí. Y otras cualidades, como cierta capacidad para maniobrar a campo abierto. Lo volvió a demostrar en cuanto pudo. No se había consumido el primer minuto y recibió un balón cerca de la línea divisoria, pegado a la banda izquierda y de espaldas al área alavesista. Y con un defensor echándole el aliento en la nuca, además. Y el chico se giró en un visto y no visto, arrancó la moto y tuvo la templanza para levantar la cabeza y ver que Camarasa entraba solo, a su derecha, al corazón del área. Se la puso al sitio, rasa, pero el valenciano dudó entre su pierna derecha o la izquierda y al final el balón le pasó de largo.

Cinco minutos después, Boudebouz apareció en sus terrenos predilectos, los tres cuartos de cancha, y sirvió uno de sus dulces caramelos a Rubén Castro, que falló en el control cuando tenía abierto el pasillo hasta Pacheco.

El dibujo de Setién tenía sus riesgos. El primero, que las bandas invitaban a Francis y Júnior a seguir cabalgando, como en otros partidos, pero en esta ocasión no tenía el Betis a tres centrales para cubrir con más garantías esas subidas. Y ciertos conatos de fuego surgieron en el rincón de Francis cuando éste se animaba a subir. Mandi tuvo que abrirse mucho y en la línea de zagueros verdes afloró un peligroso espacio. Se vio en la mejor ocasión del Alavés en la primera mitad, una incursión de Pedraza que acabó con un derechazo del zurdo Munir que se fue cerca de la escuadra izquierda de Adán (8’).

Pero las ventajas pesaron mucho más que los inconvenientes en el plan verdiblanco en Mendizorroza. La acumulación de piezas por dentro pronto le dio el control del partido a los béticos. Manu García y Pina se vieron en inferioridad y poco a poco, el Betis ganó metros. En una de sus acometidas, Camarasa buscó a Loren, que estaba habilitado cuando golpeó el bético. Luego, tocó la pelota un defensor babazorro y saltó la confusión. El asistente levantó el banderín. Pero Loren acabó la jugada, lo que hay que hacer siempre. Y más la próxima campaña, con el VAR. Soltó un duro derechazo que envió el balón al techo de la portería tras tocar en Pacheco. Del Cerro Grande desoyó a su colega de la banda y dio gol. Acertó.

Ese gol en el minuto 24 premió a un Betis sin brillo, pero mejor dispuesto. Un Betis que, aun en ventaja, suele mantener la portería entre ceja y ceja. Por eso robó muy arriba en la jugada que precedió al saque de esquina del 0-2. La pelota cayó a la hierba, Bartra remató como pudo de tacón y tras rebotar en Laguardia le cayó a placer a Javi García, que remachó de cerca.

Ese 0-2, ante un equipo rústico con avaricia como es este Alavés, debió ser concluyente. Pero no lo fue. En la segunda parte las sensaciones no fueron tan positivas en cuanto el equipo vasco dio el paso adelante. Rubén Castro apareció dos veces por la izquierda y sirvió dos pelotas cargadas de veneno que Camarasa, de nuevo, no acertó a rematar. Y llegó un momento que no llegó a más porque volvió a surgir Loren: a la hora de partido, Setién quitó al ídolo canario, metió a Jordi Amat y ordenó defensa de cinco. El zaguero no entró con buen pie, la retaguardia se desajustó y el Alavés se coló en el partido con un gran pase de Aguirregaviria a Sobrino, que tiró de velocidad para batir a Adán de disparo cruzado (67’).

Tuvo el Betis una fase de dudas atrás, Mendizorroza olió la sangre y empezó a rugir. Setién se puso lógico y trocó a Tello por Camarasa. Lo primordial, en cualquier caso, era que Loren seguía en la hierba. Fabián recibió de espaldas, cedió a Boudebouz y esta vez el caramelo salió de su pie derecho. El resto lo puso Loren. Apuntó, ajustó al palo y decidió. Él quiere Europa.

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