Desde mi córner

Sexto, pero fastidiado al parón

  • Dos cambios difíciles de comprender y la expulsión de cada día arruinaron al Betis

Sexto en la tabla, pero con la sensación amarga del partido de anoche en Valencia. Un partido en el que lo tenía el Betis controlado, pero que se le fue en un par de minutos, el tiempo que pasó entre dos cambios incomprensibles hasta ese pan nuestro de cada partido que es jugar con un hombre menos. Falta, expulsión y gol cuando se lleva una hora de partido y el Betis se ve ahí absolutamente desahuciado de Mestalla.

El primer tiempo es el Valencia quien da la sensación de controlarlo todo, pero Juan Cruz tiene la oportunidad de batir a Mamardasvhili, que está inconmensurable en ese lance. Parece que domina el Valencia, pero conociendo a la orquesta de Pellegrini no es descartable que dé primero. Son sensaciones que permiten confiar en que el equipo agarre esa plaza tan codiciada que es la tercera, pero en esto comienza el diluvio en Mestalla y la noche se encabronará.

El Betis, como no puede ser de otra manera, echa de menos a los ausentes, sobre todo si esos ausentes atienden por Borja y Fekir, pero el Betis de Pellegrini cuenta con un plus que es la organización y que pocos son los embates que le descosen las costuras. Y así, con la impresión de que el Betis puede encontrar el zarpazo que encontró en Anoeta no hace tanto o en Roma un poco antes. Pero todo va a irse al traste en un abrir y cerrar de ojos con la expulsión de Édgar y el gol ché.

Toda la sensación de equipo compacto iba a desaparecer como por ensalmo tras la exclusión de Guido y Carvalho, dos mundialistas, por Pau y Rodri. Demasiada ventaja para un Valencia que saca petróleo en esa jugada para que en todo lo que queda sean los de Gattuso los únicos protagonistas. Vendrán dos goles más y bajo un diluvio van a vivirse los momentos más tristes del Betis 2022. Se va al parón en sexta plaza, sí, pero esa noche junto al Turia fue dolorosa.

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