Valencia-Betis | Parejo contra Canales

El cara a cara de dos metrónomos

  • Como si de prolongaciones de Marcelino y Quique Setién se tratara, Parejo y Canales llevan al césped el ritmo marcado por sus técnicos

  • La selección, horizonte común de ambos rivales

Gayà agarra a Canales mientras intenta marcharse por la banda de Mestalla.

Gayà agarra a Canales mientras intenta marcharse por la banda de Mestalla. / Juan Carlos Cárdenas / EFE

El duelo de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey entre Valencia y Betis en Mestalla deparaba el cara a cara también de Parejo y Canales, los metrónomos de ambos contendientes que luchaban por un billete para el duelo del próximo 25 de mayo en el Benito Villamarín. Al ritmo de sus pases, sus movimientos, su juego, tanto uno como otro controlan el ritmo de su equipo. Al son del blues, calmado, cuando el partido lo requiere, o al más puro estilo rockero cuando se necesita más electricidad. Todo depende de cada instante del juego, de lo que requiera el compás.

Tanto uno como otro son de importancia capital en los esquemas tanto de Marcelino, en los levantinos, como de Quique Setién, en la escuadra verdiblanca. Parejo, incluso, es el capitán de los valencianistas, por lo que cobra más relevancia si cabe fuera del césped, mientras que Canales alcanza, quizás, el nivel más alto de su carrera en Heliópolis, de la mano de su paisano. El combinado nacional, incluso, está en el horizonte, como confesó el propio Luis Enrique, seleccionador español, en la previa del duelo de Mestalla, que también vigilaba al valencianista.

El preparador asturiano seguro que estuvo muy atento al cara a cara entre uno y otro como líderes de sus respectivos equipos. Vio a dos jugadores muy activos, a un Parejo tratando de bajar las revoluciones de sus compañeros cuando controlaban el marcador y el juego cuando la eliminatoria les era del todo satisfactoria tras el gol de Rodrigo, que desmontó la ilusión bética, y a un voluntarioso Canales, que intentó mantener altas las pulsaciones de sus camaradas sobre el césped. Al fin y al cabo, es el objetivo de los metrónomos, adaptarse a lo que los músicos, en este caso los entrenadores desde el banquillo, solicitan a sus jugadores en el campo de juego.

La puesta en escena de uno y otro fue escalonada. Mientras que las primeras tomas de contacto de Parejo fueron con acciones a balón parado en los primeros minutos de partido con unos lanzamientos de falta y córner, Canales tuvo que esperar algo más para entrar en juego. Uno comenzó como el cerebro de su equipo, el valencianista, mientras que el cántabro estuvo algo perdido en el inicio del duelo, anclado arriba. Con el paso de los minutos, ambos comenzaron a tomar el timón del partido y el peso en las jugadas. De hecho, poco tardó el bético en intentar sorprender a Jaume Domènech, meta local, con un lanzamiento escorado de falta, que el guardameta tuvo que mandar por encima del larguero a córner.

El partido ganaba en voltios, con Parejo intentando aguantar a los suyos y Canales, que veía cómo la eliminatoria y el pase a su final se escapaban, terminaba algo desquiciado con Gayà, que también tuvo sus más y sus menos con Setién. Tras varios encontronazos, el centrocampista cántabro terminó cabreado con el lateral, al que acusó de tirarse en exceso. Intercambios de palabras después, y tras un gran pase de Mandi entre líneas, Canales se sacó un espectacular disparo desde la frontal del área que hubiera añadido algo de salsa a los minutos finales, pero Domènech desvió el lanzamiento.

Fue éste el culmen a una actuación personal quizás no de sobresaliente, como otra veces, pero que le dio a Canales para superar, por intensidad y ganas, a Parejo en su cara a cara particular.

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