Valencia - Betis

Contracrónica: La indefinición confirma la medianía

  • Borja Iglesias le pone nombre a la apatía de un Betis que tuvo a su merced al Valencia 

  • Fekir amagó sin suerte, como en su tiro al larguero

Los jugadores del Betis doblan sus figuras en señal de dolorosa resignación al final del partido.

Los jugadores del Betis doblan sus figuras en señal de dolorosa resignación al final del partido. / Kai Försterling / efe

Europa es ya una quimera para el Betis. El proyecto verdiblanco de las grandes apuestas millonarias, el de los fichajes de cocción lenta y cara amortización, el de la ilusión dorada al sol del verano, por las apuestas por Fekir y Borja Iglesias, va a tener como resultado la más inane medianía. A ver cómo cuadran las cuentas... Ángel Haro y José Miguel López Catalán son empresarios antes que hombres de fútbol, como ellos mismos reconocen, y sabrán qué soluciones financieras habrá para la fortísima apuesta. Pero el resultado deportivo apunta a otra temporada sin el sol, ni el parné, matiz importante, de Europa.

En Mestalla, el equipo de Rubi tuvo una ocasión pintiparada para sacudirse el marasmo en el que anda metido este grupo de futbolistas en el que hay más amagos que realidades. Como contagiados por una astenia impropia de este febrero que se fue como una anticipada primavera, el Betis expuso todo su amaneramiento en el avispero valenciano. A poco que hubiera mordido de verdad, más que enseñar los dientes con relativo respeto, Mestalla se habría puesto de su lado. Pero la indefinición no es instrumento ninguno en la élite.La candidez, menos. Y quien le puso nombre a esa indefinición fue Borja Iglesias, pese a que incluso fue objeto de un agarrón clarísimo de Wass, tan claro como absurdo, que ni Cordero Vega ni el VAR vieron... o no quisieron ver.

Pero el VAR no debe ser de nuevo el asidero para la justificación. Tan cierto como que Borja Iglesias fue agarrado es que agarrarse a la teoría de la persecución arbitral invita a tapar o esconder el mal latente de la languidez competitiva. Latente o patente. Siete partidos consecutivos sin ganar son demasiados para un equipo que aspira a Europa. El peor Valencia de toda la temporada quizá, el mismo equipo que tenía de uñas a su afición por las últimas goleadas sufridas, se aprovechó de esa indefinición para colocarse con 41 puntos en séptimo lugar, a 11 del Betis, que sigue mirando arriba pero cada vez está más abajo...

Rubi intentó quemar las naves con un once ofensivo en el que optó por Borja Iglesias con Fekir y Joaquín, por delante de Canales y Guardado. Pero volvió a toparse con un juego vistoso pero sin mordiente, sin mala uva. Durante casi una hora fue superior. Incluso mereció ponerse por delante, con el disparo de Fekir al larguero tras una gran contra de Joaquín. Pero hubo más amagos que realidades. Borja Iglesias despejó en lugar de rematar la mejor ocasión del primer tiempo. Una jugada lo ilustra todo: Borja Iglesias pierde el enésimo duelo en un balón largo con Diakhaby, casi inmediatamente Gameiro le gana otro balón largo a Sidnei y esa jugada termina en el 1-0. Ahí concluyó el partido. Ahí se puso el epílogo a la aspiración europea.

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