Decía Rubi que la Copa del Rey era tan importante para el Betis como la Liga, pero la realidad fue bien distinta. Desde la alineación inicial, con el imberbe Dani Martín en la portería o Guido Rodríguez en la medular, el Betis no introdujo a sus mejores jugadores y eso lo acabó pagando incluso cuando menos lo mereció.

Tras remontar el 1-0 que el Rayo anotó en el inicio de la segunda parte, y que ya había podido lograr en los primeros 45 minutos, los verdiblancos desperdiciaron hasta tres claras ocasiones de gol en la prórroga –dos en botas de Aleñá y otra en las de Tello– para haber sentenciado y los locales acabaron logrando la igualada en el minuto 118 con un nuevo centro al corazón del área, en lo que fue el impulso definitivo antes de imponerse desde los once metros.

La pizarra

Defensa

Salieron los verdiblancos con la intención de realizar una presión alta, pero sin la coordinación suficiente, el Rayo la superó cuando quiso para merodear el área bética.

Sufrió también el Betis con los centros al área. Sin partidos, a Dani Martín le costó imponerse en el lugar donde deben gobernar los porteros y el Rayo lo aprovechó para anotar el 1-0 e incluso para gozar de varias oportunidades más hasta que Andres Martín logró a bocajarro el 2-2 final.

Rubi había colocado a Édgar en el inicio de la prórroga para volver a controlar la medular y lo consiguió hasta esos minutos finales de locura.

Ataque

Sin continuidad en el juego en el arranque, los de Rubi fueron incapaces de combinar ante la fuerte presión rayista y la nula presencia del centro del campo y de jugadores como Fekir o Diego Lainez. El Betis sólo comenzaría a estirarse cuando se vio por debajo en el marcador. Hasta tres oportunidades de gol acumularon los verdiblancos justo después del gol de Catena, sobre todo una de Fekir que no pudo superar a Morro en el mano a mano.

Las entradas de Joaquín y Loren reactivaron a los verdiblancos, que volvieron a meterse en el partido tras el tanto del portuense en un magnífico contragolpe iniciado por Fekir y continuado por Borja Iglesias. Incluso Loren pudo evitar la prórroga, pero su disparo se estrelló en el poste. La tónica no cambió en el tiempo extra y el Betis lograría el 2-1 en otra magnífica acción del marbellí.

Con el Rayo ya exhausto llegarían el momento del perdón bético. Aleñá, por dos veces, y Tello convertirían a Morro en el héroe de la noche dejando abierto el partido para ese arreón final con el que Rayo igualó de nuevo el duelo y llegó con un subidón a la tanda de penaltis.

Virtudes

La reacción a la desesperada tras el 1-0 para meterse en el partido.

Talón de Aquiles

Alineación diabólica, escasa intensidad, ocasiones erradas... Los condicionantes que se dan en una dura eliminación.