El Betis cambia a un paso más pasivo en el mercado
Mientras se cierra la venta de Johnny Cardoso, al club verdiblanco le toca esperar por Antony, Mandragora, William Carvalho, Mendy o el ‘Panda’
Suele pasar que los clubes pasan por distintos momentos en los mercados veraniegos. El Betis, tras un activo arranque, adquiriendo en propiedad a Natan, haciéndose Álvaro Valles y Riquelme, con el acuerdo cerrado con Júnior y el traspaso cerrado de Jesús Rodríguez al Como, cambia ahora el paso. Ahora toca mantener una actitud más pasiva, un compás de espera con las redes lanzadas.
Tiene abiertas diversas operaciones el conjunto verdiblanco, de entrada y salida, y es el momento de que todo cuadre y fructifiquen antes de dar nuevos pasos en la planificación. En el apartado de ventas es fundamental que la de Johnny Cardoso al Atlético de Madrid acabe de concretarse. El club heliopolitano sigue apretando para sacar la máxima tajada económica y superada la ventana del 7 de julio en la que el Tottenham mantenía un derecho preferente la negociación debería rubricarse próximamente. Más pronto que tarde. Este movimiento sería una especie de piedra filosofal para contar con un respaldo financiero con el que, por ejemplo, elevar alguna oferta.
Es el caso de Mandragora. La Fiorentina rechazó una oferta de seis millones del Betis y ahora trata de renovar al centrocampista, que acaba contrato en 2026. La posición del jugador será clave, pero el cuadro heliopolitano no puede hacer más que esperar ahora a que otros muevan ficha.
Pasa también con Antony, por el que medios turcos apuntan el interés del Besiktas. El futbolista tiene claro que quiere vestir de verdiblanco, pero el Manchester United aprieta y obliga al Betis a incluir una opción de compra obligatoria el próximo verano entre los 25 y 30 millones de euros. Los rectores béticos no lo tienen claro y siguen la negociación.
La de Johnny no es la única salida pendiente. La de Mendy al PSV empieza a enconarse por cuestiones burocráticas: no ha sido internacional absoluto con Senegal y sin jugar con regularidad en la élite hay problemas para obtener el permiso de trabajo. Sus agentes tratan de resolver el problema. Por su parte, parece que el destino de William Carvalho pasa por Qatar y el Al-Wakrah, pero hay que negociar el año de vinculación que le queda. El luso ya hizo un esfuerzo al renovar y alargar su contrato para resolver el problema de las inscripciones que tuco el Betis en 2022. El portugués hizo un esfuerzo y ahora no renunciará así como así a un año entero de sueldo. Toca negociar con sus representantes y esperar a que lo de su oferta se concrete.
Tampoco está en su mano el futuro de Borja Iglesias, que ha vuelto tras su cesión al Celta. El jugador quiere regresar a Vigo, allí lo quieren, pero o es vía traspaso o jugará en el Betis su último año de contrato, por lo que es el equipo gallego el que debe mover ficha.
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