La gran bronca de Pellegrini a los jugadores del Betis: "¿A qué estamos jugando, carajo?"
Atlético de Madrid - Betis
El entrenador chileno se mostró muy enfadado en el partido contra el Atleti
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SEVILLA/La primera parte del Real Betis Balompié en el Cívitas Metropolitano ha sido bastante mala. Para muestra, la reacción que tuvo Manuel Pellegrini en la pausa de hidratación que se produjo en el minuto 25 de partido. Y es que el Atlético de Madrid no generó un peligro constante hasta ese momento, simplemente consiguió un gran gol de falta directa de Julián Álvarez, pero los del Cholo Simeone sí que estaban demasiado cómodos en fase defensiva, ya que los del Ingeniero no conseguían orquestar jugadas de peligro. Los motivos, muy variados, pero sobre todo los que competen a la actitud, a la falta de concentración y también a la falta de ideas.
Y es que en el discurso del técnico sudamericano siempre hay una máxima: ser fiel al estilo del equipo, independientemente de lo que terminase ocurriendo con el resultado. Y esto, no lo estaba reflejando el Betis en el campo, de ahí, la terrible reacción del entrenador. Ya las dos o tres veces que lo habían enfocado había dado señales de gran enfado, pero todo lo que llevaba dentro lo sacó cuando sus futbolistas acudieron al banquillo.
No sabía a qué estaba jugando su equipo
La secuencia sucedió de la siguiente forma: el Betis orquestó una buena jugada de peligro que terminó con un balón en profundidad a banda derecha para que Aitor llegase cerca de la línea de fondo. El catalán, al no ver a nadie dentro del área a quien darle el balón, no terminó con acierto el ataque y posteriormente se quejó ostensiblemente de que no tenía a nadie a quien pasarle la pelota con peligro. Acto seguido, el árbitro pitaba la marcha a hidratación.
Pellegrini salió disparado a la zona de banquillos, esperó a Bakambu y Aitor Ruibal y empezó la exhibición del enfado del Ingeniero: “¡Vamos a despertar, carajo! No le echemos la culpa al de al lado”. “¿A qué estamos jugando, carajo?”. Todo, visiblemente cabreado e incluso llegando a agarrar a Aitor del brazo mientras enfadado respondía también que él no le estaba echando la culpa a nadie.

El equipo mejoró tras la reprimenda
Después de que el entrenador bético fuese bastante radical con sus futbolistas, el equipo mejoró bastante sobre el terreno de juego antes del final de la primera parte. Los futbolistas se vieron mucho más atentos, concentrados con el balón en los pies y algo más agresivos en la zona ofensiva.
De hecho, a través de Bakambu y Lo Celso, tuvieron ocasiones de gol dentro del área que terminó resolviendo bastante bien Jan Oblak. A pesar de todo, instantes antes de marcharse al túnel de vestuarios, el Atlético anotaba el segundo gol del partido en un momento mentalmente muy complicado. No era lo mismo marcharse a vestuarios con sólo un gol de desventaja, que con dos.
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