Real Betis

Un mercado de fichajes de lo más extraño

  • Mientras equipos de la Premier pagan con 'cierta' normalidad cantidades de 30 millones en adelante, al Betis la máxima oferta que llegó fueron los 15 por Guido Rodriguez del Atlético

  • Willian José espera ser inscrito y, en caso de que fuera imposible, una cesión para no estar hasta enero sin jugar

Los jugadores del Betis se ejercitan en la ciudad deportiva.

Los jugadores del Betis se ejercitan en la ciudad deportiva. / Juan Carlos Vázquez

Límite 48 horas. Era el título en castellano de una película en la que un detective malhumorado y un timador forman una extraña pareja condenada a entenderse durante los dos días que tienen para detener a unos criminales. Dos días quedan también para el cierre del mercado veraniego y más de un agente y responsables de clubes estarán igualmente obligados a entenderse. El dinero debe fluir en este sprint final todo lo que no lo ha hecho en el resto del verano, pero parece que sólo fluye desde la Premier y ahora el París Saint Germain se anima en Francia. Pero el flujo no se ha notado en Heliópolis, donde esperaban, como poco, una gran venta para cuadrar el límite salarial en un mercado extraño que está a punto de echar el cierre

Extraño para el Betis. Porque mientras el Chelsea pagaba 60 millones por Cucurella; el Manchester United ficha por casi 100 millones a Antony (Ajax) y a Casemiro por más de 60; el Nottingham Forest, un recién ascendido a la Premier, se gasta más de 150 millones en más de una decena de refuerzos; el Fulham se hace con Palhinña por más de 20 millones o el Newcastle se gasta más de 70 millones en Isak, por las oficinas del Benito Villamarín sólo han llegado los clubes en busca de saldos.

Eso es lo que ha conseguido el PSG en esta recta final del mercado con las contrataciones de Fabián (por el que el Betis se embolsará al rededor de un millón por formación) y Carlos Soler por algo más de 40 millones, aprovechando, en el caso del sevillano, que acababa contrato en 2023 y que el Nápoles quería sacar algún rédito antes de que se marchara gratis. Pero extraña que, por una circunstancia u otra, el Betis no haya realizado ninguna venta después de la buena campaña firmada la pasada campaña siendo quinto en la Liga, peleando hasta el final los puestos Champions, habiendo ganado la Copa del Rey y paseado por Europa.

La propuesta del Atlético por Guido Rodríguez, de unos 15 millones, la del Nottingham Forest por Álex Moreno, de alrededor de 10 millones, y las intentonas turcas por William Carvalho, que apenas rondaban los tres millones, han sido las ofertas en firme que han llegado al Betis. Ahora ya no es el tiempo de malvender y salvo una propuesta desorbitada fuera de mercado no se esperan salidas.

Dos veranos sin una gran venta ý las renovaciones condicionan el límite salarial verdiblanco

Mucho hubiera cambiado la planificación si esa gran venta (Guido Rodríguez, Canales, Fekir o incluso Rui Silva y Borja Iglesias) se hubiera producido. Los problemas con las inscripciones no hubieran sido tales y el margen de maniobra para fichar de Antonio Cordón hubiera sido mayor. Hubo negociaciones por Aouar (a quien el Olympique de Lyon sigue sin poder vender), Mata o Bellerín, que a día de hoy parece más cerca de llegar libre al Barcelona que de ver cumplido su deseo de vestir de nuevo de verdiblanco. Y seguramente más nombres que se fueron cayendo de la lista al tiempo que esa venta no se producía y el problema de las inscripciones tomaba cuerpo hasta el punto de iniciar el campeonato con siete futbolistas menos

Ahora sólo son dos. Parece que Claudio Bravo no tendrá problemas, pero el asunto de Willian José no se aclara, porque el Betis tampoco le da salida a Loren y Paul. Es por ello que el brasileño podría acabar saliendo si es imposible realizar su inscripción, antes de que tenga que esperar sin jugar al mercado de invierno. Una cesión sería lo más lógico después de pactar el pago de 10 millones para hacerse este verano con sus derechos, aunque si llegase una oferta en el club nadie es intransferible a estas alturas y dada la situación actual de atasco

Dos días tiene el Betis para solventar esa situación en un mercado que, ciertamente, ha sido extraño, por distintas circunstancias, para el conjunto heliopolitano. Dos veranos sin grandes ventas en este negocio de idas y venidas, de salidas y llegadas en que se ha convertido el fútbol, que se nutre de los constantes movimientos de futbolistas para seguir en la rueda, han dejado tocado, financieramente, al Betis. En 2017 Dani Ceballos se vendió al Real Madrid por 16,5 millones; en 2018, a Fabián; en 2019 a Pau López y en 2020 a Lo Celso, transferencias entre los 23 y los 32 millones del palaciego. Y entre medias, renovaciones de jugadores como Montoya, Loren, Víctor Ruiz o Camarasa (los dos primeros cumplen en 2024 y los otros en 2023), con los que el técnico cuenta poco.

La conjunción de todo ha llevado a que el Betis se encuentra entre la espada y la pared en este cierre de mercado, en el que los avales personales e Ángel Haro y José Miguel López Catalán, presidente y vicepresidente de la entidad, permitieron la inscripción de Guardado, Joaquín y el fichaje Luiz Henrique. La salida de Marc Bartra al Trabzonspor permitió la inscripción de la otra cara nueva para este curso, Luiz Felipe, mientras que Claudio Bravo, Willian José y el lesionado Camarasa (hasta el de invierno) esperan su turno antes de que este extraño mercado eche el cierre.

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