Tras siete encuentros de preparación y a menos de tres semanas del comienzo del campeonato, el Betis de Quique Setién está incompleto. La insistencia del técnico en su idea, con un 4-3-3 muy definido y siempre partiendo de la posesión de balón, apenas se esboza sobre el césped y a los verdiblancos les cuesta un mundo generar ocasiones. Ante el Besiktas fue el turno del teórico plan A, al que no sólo le siguen faltando más integrantes, sino también otros conceptos decisivos en todas las líneas.

Escasa velocidad, apenas Durmisi entre los titulares y Nahuel, el más activo, después; y sin un jugador que meta ese último pase necesario cuando se toca y toca la pelota, el Betis fue un conjunto previsible durante muchos minutos, en los que el exbético Fabricio asistió como un espectador más. Sólo tras el tanto de Nahuel, que contó con la colaboración del meta, los verdiblancos metieron una marcha más ante un Besiktas que también acusó el carrusel de cambios.

El cuadro turco, replegado, le otorgó la posesión de balón al Betis, aunque la misma fue estéril. Los verdiblancos tocaban y tocaban pero sin profundidad. Y en las escasas ocasiones en las que consiguieron desbordar, los remates se marcharon desviados. La mejor oportunidad bético estuvo en la testa de Sergio León tras una buena acción de Durmisi por la izquierda, pero el remate del palmeño no encontró la portería.

El conjunto turco, plagado de jugadores que han pasado por la Liga española, tampoco necesitó mucho para conseguir su gol. Dos avisos, uno de Talisca en una remate de cabeza, y una falta directa de Quaresma fueron los acercamientos del Besiktas antes del gol. El mismo llegó tras un error de Adán, que en su intento de blocar un saque de esquina dejó el balón en la cabeza de Tosic, que sólo tuvo que empujarlo a la red.

El tanto complicó más las cosas a los verdiblancos, que no trasformaban el dominio de la pelota en llegadas al área rival. Esa falta de profundidad está siendo uno de los problemas de los de Setién en el juego posicional. Sólo Durmisi, a la espera de Tello, es capaz de ponerle velocidad al ataque, mientras que tampoco aparece un jugador capaz de inventar un pase que rompa las líneas rivales.

La puesta en escena tras el descanso no fue distinta. Incluso el Besiktas, ante un Betis cada vez más plano, se adueñó de la pelota, aunque tampoco inquietó a Adán.

No tardó mucho Setién en mover el banquillo para buscar ese dinamismo que requería el partido. Y lo encontró en Nahuel, un jugador que estaba entre los descartes y que sin mucho ruido empieza a reclamar una nueva oportunidad. El hispano-argentino anotó el empate en una falta directa que coló por el palo que debía defender Fabricio y a partir de ahí creció en confianza para liderar los mejores minutos del equipo bético. Un disparo de Narváez desde la frontal y varios internadas de Nahuel pusieron en aprietos al Besiktas, pero tampoco hubo mucho más.

La entrada de Sanabria, que disputó sus primeros 20 minutos de la pretemporada, no sirvió para reactivar el ataque, aunque sí para que empiece a acumular sensaciones. Guardado, que entró con anterioridad, también sigue sumando minutos, a la espera de encontrar su mejor versión. La del Betis tampoco apareció ante el Besiktas, con un plan A que necesita mucho más.