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Prevenir la insuficiencia cardiaca, un gran reto para la cardiología

  • Este fin de semana se celebra el día europeo de esta grave patología ligada al envejecimiento que impide el correcto bombeo al corazón en un 8,8% de los mayores de 74 años

El ejercicio físico moderado realizado con regularidad es un gran arma contra los problemas de corazón.

El ejercicio físico moderado realizado con regularidad es un gran arma contra los problemas de corazón. / firma foto

Este fin de semana se celebra el Día Europeo de la Insuficiencia Cardiaca, una enfermedad ligada al envejecimiento que impide el correcto bombeo al corazón. Este hecho provoca que no llegue suficiente riego sanguíneo al organismo y que se acumulen los líquidos que, a su vez, el corazón no bombea de manera adecuada.

La insuficiencia cardiaca afecta al 1,2% de la población general, según datos de un estudio español publicado en la prestigiosa revista científica PLOS ONE. Este porcentaje aumenta con la edad, de manera que está presente en el 2,7% de los mayores de 45 años y hasta en el 8,8% de los mayores de 74 años.

La hipertensión y la enfermedad coronaria propician la aparición de esta enfermedad

Es una enfermedad grave, con una mortalidad superior a la de los cánceres más comunes, como mama o colon: la mitad de los pacientes muere a los cinco años del diagnóstico, 19.000 en 2015 en España (según datos del Instituto Nacional de Estadística). Además es la primera causa de ingreso hospitalario en mayores de 65 años.

"En realidad, la insuficiencia cardiaca, más que una sola enfermedad, es la fase final de todas las enfermedades serias del corazón", explica el doctor Javier Segovia, presidente de la Sección de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología. Como recalca, la forma de prevenirla es previniendo a su vez las enfermedades que dañan el corazón. Las más comunes son la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria. "Por eso, son útiles todas las medidas que han demostrado beneficio reduciendo factores de riesgo en la población, como llevar un estilo de vida sano, con una dieta equilibrada que evite la obesidad y con baja ingesta de sal. Y haciendo ejercicio físico moderado de manera regular, como paseos a diario", recalca.

Otro aspecto importante es que, en caso de tener hipertensión arterial, detectarla y tratarla: esta enfermedad es muy común -afecta hasta un tercio de la población, pero muchos no lo saben- y, además, es complicado controlarla. "Lo mismo sucede con el colesterol alto y la diabetes. Son tres factores de riesgo para desarrollar enfermedad en el corazón, que deben controlarse", aconseja el experto.

El tratamiento de la insuficiencia cardiaca tiene varios pilares: desde la actividad física diaria a reducir la ingesta diaria de sal, pasando por tomar la medicación. Como indica el doctor Segovia, la combinación de vasodilatadores, betabloqueantes y diuréticos aumentan la supervivencia de los pacientes.

"Además, de estos fármacos, existen dispositivos eléctricos, conocidos popularmente como marcapasos. Han demostrado que, en determinados pacientes, reducen la mortalidad. Por ejemplo, el marcapasos resincronizador estimula el latido del corazón, de forma que se contraiga todo el músculo del corazón a la vez y con sincronía, de ahí su nombre. Porque, lo que le sucede a los pacientes, es que el corazón está debilitado y unas paredes se contraen antes que otras, perdiendo eficacia", detalla.

Los desfibriladores implantables son otros aparatos que también salvan vidas. Tienen la misma estructura que los marcapasos y se colocan debajo de la clavícula, con un cable que va hasta el corazón y detecta las arritmias graves que pueden causar una parada del corazón y una muerte repentina. Mediante una descarga eléctrica, el aparato corta la arritmia. La última generación de estos dispositivos, los denominados desfibriladores-resincronizadores combinan ambas funciones.

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