Crean óvulos a partir de células de piel: ¿una solución para la infertilidad futura?
Un equipo internacional de científicos ha logrado generar óvulos fecundables usando células cutáneas, lo que podría ofrecer nuevas esperanzas para millones de personas con problemas reproductivos
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Un equipo internacional de científicos ha conseguido desarrollar por primera vez óvulos fecundables a partir de células de la piel, según revela un estudio publicado el lunes en la prestigiosa revista Nature Communications. Este avance pionero podría transformar las opciones disponibles para millones de personas en todo el mundo que sufren problemas de fertilidad, especialmente en casos donde las técnicas tradicionales de reproducción asistida resultan insuficientes.
Según los investigadores liderados por Shoukhrat Mitalipov, de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, este método experimental abre un escenario completamente nuevo en el tratamiento de la infertilidad. Hasta la fecha, las soluciones médicas se habían limitado al uso de células sexuales propias, donadas o previamente preservadas. Sin embargo, esta innovadora técnica permite generar óvulos funcionales a partir de células somáticas tan accesibles como las de la epidermis, lo que podría convertirse en "una futura herramienta para abordar ciertos casos de infertilidad" donde otros métodos fracasan.
El procedimiento consiste en extraer el núcleo de una célula cutánea, que contiene el ADN del paciente, e insertarlo en un óvulo donado previamente enucleado. Para evitar la duplicidad cromosómica, los científicos han desarrollado un proceso denominado 'mitomeiosis' que reproduce la división celular natural y elimina el exceso de material genético, resultando en un óvulo con la carga genética correcta. Mediante esta técnica, el equipo logró crear hasta 82 ovocitos funcionales a partir de células somáticas.
El proceso de fecundación y sus resultados
Como parte del experimento, los investigadores procedieron a fecundar estos óvulos con espermatozoides en condiciones controladas de laboratorio. Los resultados muestran que aproximadamente un 9% de estos óvulos logró desarrollarse hasta el estadio de blastocisto, equivalente al sexto día tras la fecundación. Este es el punto en el que tradicionalmente un embrión generado mediante fecundación in vitro convencional estaría listo para ser transferido al útero materno.
Cumpliendo con la normativa científica vigente, los embriones no se cultivaron más allá de esta fase. No obstante, los investigadores señalan que todos los indicadores apuntan a que estos embriones serían potencialmente viables a largo plazo y podrían resultar en un nacimiento similar al conseguido mediante otras técnicas de reproducción asistida ya establecidas.
Desafíos técnicos pendientes
A pesar del entusiasmo generado por este descubrimiento, los propios creadores de la técnica reconocen que aún existen numerosos obstáculos por superar antes de su posible implementación clínica. El estudio detalla que la mayoría de los embriones obtenidos mediante este protocolo cesaron su desarrollo en etapas muy tempranas. Además, se observó que gran parte de los blastocistos formados presentaban anomalías cromosómicas significativas.
Los científicos subrayan que el éxito futuro de esta estrategia dependerá fundamentalmente de dos factores críticos: por un lado, eliminar eficazmente la "memoria epigenética" de la célula original y, por otro, conseguir que los embriones resultantes adquieran la capacidad completa para generar todos los tipos celulares necesarios en el desarrollo de un organismo completo.
Reacciones de la comunidad científica
La publicación de este estudio ha generado diversas reacciones entre especialistas del sector. Ying Cheong, de la Universidad de Southampton, ha valorado el avance como "apasionante" aunque matiza que se trata de "un éxito limitado en el laboratorio y aún muy lejos de la realidad clínica". En sus declaraciones al Science Media Centre, Cheong destaca que "por primera vez, científicos han demostrado que el ADN de células ordinarias puede ser colocado en un óvulo y forzado a dividir sus cromosomas como lo haría un gameto".
Richard Anderson, investigador de la Universidad de Edimburgo, señala el potencial de este hallazgo especialmente para mujeres que han perdido su reserva ovárica tras someterse a tratamientos oncológicos. "La posibilidad de generar nuevos óvulos sería un avance enorme. Este estudio muestra que es posible crear células con el número correcto de cromosomas. Aunque aún queda mucho en los que avanzar, se trata de un paso esperanzador", afirma el especialista.
El debate ético que plantea la técnica
Más allá de los retos técnicos, diversos expertos señalan que el desarrollo de estas herramientas alternativas frente a la infertilidad plantea un profundo debate ético. Rocío Núñez Calonge, directora científica del Grupo UR Internacional y coordinadora del Grupo de Ética de la Sociedad Española de Fertilidad, recuerda que "ya hace años el Comité de Ética de la Sociedad Americana de Reproducción argumentó en contra del uso de la transferencia nuclear de células somáticas para tratar la infertilidad, precisamente por las dudas sobre su seguridad y sus implicaciones sociales".
Esta experta plantea interrogantes fundamentales: ¿Qué significaría poder crear células reproductoras a partir de cualquier célula somática? ¿Qué riesgos implica en términos de transmisión genética, posibles anomalías cromosómicas o efectos a largo plazo en la descendencia? Y, considerando la existencia de técnicas más probadas y seguras, ¿realmente valdría la pena asumir estos potenciales riesgos?
¿Qué es la mitomeiosis?
La mitomeiosis, técnica central en este avance científico, es un procedimiento experimental desarrollado específicamente para este tipo de reprogramación celular. Se trata de un proceso que combina aspectos de la mitosis y la meiosis (los dos tipos principales de división celular) para conseguir reducir a la mitad el número de cromosomas de una célula somática, simulando así el proceso natural que ocurre durante la formación de los gametos.
Mediante esta técnica, los investigadores consiguen que una célula de la piel, que contiene 46 cromosomas (23 pares), reduzca su carga genética a 23 cromosomas simples, exactamente la configuración necesaria para un óvulo funcional. Este paso es crítico para evitar que el futuro embrión contenga una cantidad anormal de material genético, lo que resultaría en graves anomalías de desarrollo.
¿Cuándo podría estar disponible esta técnica para pacientes?
Aunque el estudio marca un hito científico indiscutible, los propios investigadores y expertos independientes coinciden en señalar que la aplicación clínica de esta tecnología aún se encuentra a años de distancia. El profesor Roger Sturmey, de la Universidad de Hull, destaca que "el trabajo es científicamente impresionante, pero aún estamos muy lejos de una posible aplicación clínica".
Los principales obstáculos que deben superarse incluyen mejorar significativamente las tasas de éxito, garantizar la estabilidad genética de los óvulos creados, y desarrollar protocolos estandarizados que puedan aplicarse de forma segura y consistente. Además, sería necesario un marco regulatorio específico antes de que esta tecnología pudiera ofrecerse como opción terapéutica.
Este avance se suma a otros esfuerzos científicos para abordar la infertilidad, un problema que afecta aproximadamente al 15% de las parejas en edad reproductiva a nivel mundial según datos de la Organización Mundial de la Salud. La posibilidad de generar gametos a partir de células somáticas podría, en un futuro, revolucionar el campo de la medicina reproductiva y ofrecer esperanza a millones de personas que actualmente carecen de opciones viables para formar una familia biológica.
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