Para mantenernos sanos es muy importante llevar una dieta saludable, algo con lo que cada vez hay más personas concienciadas, que intentan añadir a la cesta de la compra alimentos ricos en nutrientes esenciales y dejar fuera de ella los que tengan una alta cantidad de grasas saturadas. 

Aunque es habitual que cuando vayan a hacer la compra se lleven alimentos que siempre han tenido fama de ser saludables pero que, en realidad, no lo son. Por lo tanto, deberían consumirse de manera esporádica y no casi a diario, como hacen muchas personas. El médico Roberto Méndez revela en el diario El Español cuáles son:

1. Zumo de naranja

Beber un zumo de naranja cada mañana es algo que realizan muchas personas y no es tan sano como se puede creer, aunque este sea natural. Cuando se exprime la fruta, esta pierde muchos micronutrientes esenciales, así como gran cantidad de la fibra que proporciona. Además, el zumo nos proporciona una alta cantidad de azúcar, pues se necesita más de una pieza para preparar nuestro vaso, que sube rápidamente a la sangre, ya que este suele beberse muy rápido, lo que provoca un pico glucémico.

Por lo tanto, sería mucho mejor opción consumir la naranja que hacernos un zumo con ella, para así aprovecharnos tanto de la cantidad que fibra que contiene como de todos sus nutrientes.

2. Jamón York

Es muy común desayunar una rebanada de pan con jamón york (u otro fiambre), lo que puede ser una opción muy poco saludable. Y es que, como apuntan desde la publicación de El Español, en ocasiones estos productos contienen tan solo un 50/60% de carne real, siendo el resto agua, fécula de patata, sal, jarabe de glucosa y otros adictivos, lo que le hacen ser un ultraprocesado.

Entonces, cuando vayamos a añadir a la cesta algún fiambre deberemos vigilar la cantidad de carne que contenga, siendo el porcentaje ideal un 90/95.

3. Cereales para desayunar

En la publicación del citado medio también mencionan a los cereales que suelen consumirse en el desayuno, como por ejemplo, los de muesli que podemos encontrar en el supermercado, que contienen unas altas cantidades de azúcar y harinas refinadas, por lo que no son una opción tan saludable como se puede creer.

Hay muchos tipos de cereales en los estantes de los supermercados, algunos pensados para niños mientras que otros están dirigidos a los adultos, teniendo en ocasiones una finalidad concreta, por ejemplo, adelgazar. Aunque casi todos cuentan con unas altas cantidades de azúcares añadidos, por lo que se debe ver bien la etiqueta de la información nutricional antes de añadirlos al carrito.