Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Obesidad, celebrado ayer viernes, la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), presentó esta semana los datos de su encuesta sobre alimentación y estilo de vida. A mediados de 2020, cuando ya se habían superado los primeros meses de pandemia esta misma sociedad científica efectuó una encuesta poblacional que arrojaba datos preocupantes: prácticamente la mitad de los habitantes de España, sometidos durante varias semanas a la reclusión domiciliaria debido a la situación de alarma decretada por el gobierno, habían experimentado un incremento de su peso medio durante este periodo de tiempo, y hasta un 73% de las personas que documentaban un incremento de su peso habían engordado entre uno y tres kilogramos.

“En línea con la encuesta previa, se confirma que las tasas de preobesidad (sobrepeso) y obesidad siguen siendo alarmantes en España, afectando ya a más de la mitad de la población”, destaca la doctora María del Mar Malagón, catedrática de la Universidad de Córdoba, subdirectora científica del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba y, desde el pasado febrero presidenta de la Sociedad Española de Obesidad. En la toma de posesión de este último cargo definía la obesidad como uno de los problemas de salud pública más acuciantes de nuestro tiempo”.

Los datos de esta encuesta respaldan otros datos más globales lanzados por la OCDE previamente. El 53,8% de los entrevistados padecían exceso de peso: un 36,6% con sobrepeso y un 17,2% con obesidad. “Evidencian un significativo aumento respecto a la encuesta Seedo de 2020”, apunta el doctor Albert Lecube, vicepresidente de Seedo y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari Arnau de Villanova, en Lleida.

Para explicar este incremento, los expertos apuntan directamente a los cambios instigados por la pandemia. “La implantación del teletrabajo, más horas sentadas delante del ordenador y cerca de la cocina, el estrés, las limitaciones para acudir a los centros deportivos por las restricciones Covid y el miedo a salir a la calle en las personas de mayor edad han contribuido, sin duda, a que en la actualidad más de la mitad de nuestra población deba preocuparse por las consecuencias negativas para su salud que ocasiona el exceso de peso”, aclara Lecube.

El índice de masa corporal medio de la población encuestada se sitúa en 25,97 mostrándose que las mujeres y las cohortes de personas más jóvenes registran un IMC más bajo (las mujeres son también las que documentan tasas más elevadas de bajo peso).

La causa de fondo está estrechamente ligada al sedentarismo y esté a un estilo de vida muy marcado por el tiempo que pasamos delante de una pantalla. Un 47,2% indican que se pasan entre 1-5 horas al día sentados, tumbados o inactivos (sin contar las horas de sueño), siendo un 31% y un 16% los que afirman pasar entre cinco y ocho horas al día o más de ocho horas, respectivamente, en actitud sedentaria. Un 44,8% de los encuestados practica algún deporte. Caminar y las actividades de gimnasio son las formas más populares de hacer deporte. Mirar una pantalla es la actividad más común. Un 41,6% dedica entre dos y cinco horas al día a este hábito, y un 28,1% superan las cinco horas diarias.