Un reestreno en toda regla. El manto de la Virgen del Socorro, una de las piezas capitales en el bordado sevillano, se puede contemplar ya restaurado en la Fundación Cajasol. Este jueves se ha inaugurado la exposición Bajo un manto de Amor, que ha organizado la Hermandad del Amor para dar a conocer uno de los enseres cofradieros de mayor valía artística del siglo XX. La muestra -que permanecerá abierta hasta el sábado 18 de febrero- se divide en tres salas en las que se explica la génesis y el diseño de la obra, así como el proceso de puesta a punto a la que ha sido sometida durante dos años en los talleres de Manuel Solano, en Morón de la Frontera, bajo la supervisión del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). 

Es, sin duda, el broche de oro de cada Domingo de Ramos. Una joya con brillos apagados durante demasiado tiempo y que la corporación del Salvador ha recuperado. Se trata de una de las grandes novedades patrimoniales de la próxima Semana Santa. El manto de la Virgen del Socorro luce de nuevo con su esplendor primitivo, como lo concibió Joaquín Castilla y lo plasmó en terciopelo y oro Conchita Fernández del Toro en 1957, tras cuatro años de laboriosa ejecución. 

Para dar a conocer la trayectoria de este manto, el Amor ha organizado una exposición en la Fundación Cajasol, que se ha inaugurado este jueves en un acto al que han acudido el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera; el alcalde de Morón de la Frontera (localidad en la que se ha restaurado la pieza), Juan Manuel Rodríguez; el director del IAPH, Juan José Primo Jurado; y el hermano mayor de la corporación del Domingo de Ramos, Juan Cruzado Candau. 

Joaquín Ruiz Franco-Baux, hermano del Amor, ha sido el comisario de esta muestra, montada por Páginas del Sur. En declaraciones a Diario de Sevilla, ha explicado que el título de la exposición, Bajo un manto de Amor, hace alusión al socorro que proporciona la Virgen a sus hijos y al amor de quienes hicieron posible este manto en la década de los 50 mediante donativos y su trabajo. 

Diseño y ejecución

Una de las fotos de la exposición sobre el proceso de restauración del manto.

La muestra se divide en tres salas. La primera se centra en la génesis, diseño y ejecución de este enser, que bordó Conchita Fernández del Toro a los 71 años, cuando ya había cerrado su taller, motivo por el cual la confección se desarrolló en las dependencias que posee la hermandad en la calle Villegas. Con diseño renacentista de Joaquín Castilla, debe destacarse en esta labor la ayuda del orfebre Manuel Seco, quien aportó una placa forjada que fijó el volumen que debían alcanzar las piezas bordadas.

El manto costó un millón de pesetas (una cantidad bastante elevada para la época) y la bordadora recibió la Medalla al Mérito en el Trabajo por confeccionar una pieza que, según los expertos, sería "casi irrepetible" hoy día. Para esta sala, ha resultado fundamental la labor de documentación, que pemite mostrar fotos del proceso de ejecución y los diseños que se elaboraron. 

Los artífices de la restauración

La segunda sala está dedicada a la restauración del manto, llevada a cabo en los talleres de Solano, donde fue depositado el 24 de noviembre de 2020. Un proceso muy meticuloso en el que se ha buscado un terciopelo de tonalidad y textura similar al original, motivo por el cual se realizó una búsqueda por los fabricantes de mayor calidad. Se logró encontrar en la ciudad italiana de Lecco, cerca del lago Como. 

Además de Solano, han intervenido en esta recuperación la restauradora textil Laura Pol, que ha limpiado parte de los bordados; Afonso Aguilar, que ha confeccionado una blonda de encaje de bolillo de oro fino, cuya longitud supera los 18 metros y que circunda el perímetro de toda la pieza textil; y el arquitecto Sergio Cornejo, que ha reconstruido digitalmente el diseño original del manto, sin las deformaciones posteriores, para lo que se empleó un dron en el interior del Salvador que captó imágenes cenitales del manto. 

La saya marfil y la toca

Así ha quedado expuesto el manto restaurado de la Virgen del Socorro en la Fundación Cajasol.

En la tercera sala se exhibe el protagonista de la exposición: el manto de la Virgen del Socorro ya restaurado y colocado con una acertada inclinación que permite contemplarlo al detalle. Además de esta pieza, también se muestra la saya marfil y la toca de sobremanto, con diseños de Castilla y también bordadas por Fernández del Toro en los 50. Ambas han sido restauradas por el IAPH. 

Además de dichos enseres y el repertorio fotográfico, la exposición incluye dos audiovisuales. En el primero de ellos se observa la última fase de la restauración. El segundo, en colaboración con la Universidad de Sevilla y a través de la Escuela de Ingeniería Técnica de Edificación, analiza la importante volumetría que alcanzan los bordados de este manto, una pieza capital en la artesanía de la Semana Santa de Sevilla.