Sevilla no tendrá Semana Santa en la calle después de 87 años. El alcalde, Juan Espadas; el arzobispo, monseñor Asenjo; y el presidente del Consejo de Cofradías, Francisco Vélez, han adoptado esta mañana la dura decisión de suprimir las procesiones por el estado de alarma decretado ante la crisis del coronavirus. 

"No ha habido otra opción que abordar la supresión de las estaciones de penitencia", ha lamentado en la mañana de este sábado el presidente del Consejo tras comunicarse la decisión.

Vélez, que ya barruntaba ayer que la decisión era lógica y que sería inminente, ha señalado que ha sido una determinación muy dolorosa: "Hemos valorado muchas de las cuestiones que tienen consecuencia, pero la situación de alarma y el riesgo para muchas personas que iban a inundar las calles de Sevilla no nos dejaban otra opción".

El presidente del Consejo ha aseverado que la salud y la vida de las personas es lo más importante en esta situación. "La solución ha sido prudente, lógica y de sentido común. No teníamos otra opción", ha concluido Vélez.