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José María Izquierdo, el ilustre nazareno de Pasión

  • El escritor se hizo hermano en 1919 y pudo hacer estación de penitencia en tres ocasiones

José María Izquierdo, el ilustre nazareno de Pasión

José María Izquierdo, el ilustre nazareno de Pasión / VÍCTOR RODRIGUEZ

El 8 de julio se cumplió un siglo del fallecimiento del humanista y escritor sevillano José María Izquierdo y Martínez. Murió de forma prematura a los 35 años de edad, a causa de una apendicitis. A pesar de ello, dejó un importante legado literario del que destaca su obra Divagando por la ciudad de la Gracia, publicada en 1914.

Fue impulsor de la Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo de Sevilla, como recuerda un busto en el que aparece sujetando un libro del que emergen Melchor, Gaspar y Baltasar. A esta asociación cultural, científica, literaria y artística, donde llegó a ser vicepresidente, dedicó gran parte de su vida. Dicen que era el único sitio donde le veían sonreír. Allí pasó todo un verano ordenando la inmensa biblioteca. Cuando no estaba en el Ateneo era habitual encontrarle paseando a solas junto al río Guadalquivir, viendo el atardecer. Era un hombre de carácter misterioso y solitario, del que se conocen muy pocos detalles sobre su vida.

José María Izquierdo. José María Izquierdo.

José María Izquierdo. / M. G.

Era jurista, escritor, ensayista y periodista de diarios como El Liberal o El Noticiero Sevillano. Su familia se reducía prácticamente a su madre y a sus hermanos, de los cuales uno falleció con 16 años. Escribía en prosa con hondo espíritu crítico. Izquierdo estaba muy a favor del progreso y se involucró en el movimiento andalucista, siendo uno de los acuñadores del concepto de ideal andaluz.

Con motivo del centenario de su fallecimiento, el Ateneo organizó el pasado viernes una interesante conferencia titulada In Memoriam. José María Izquierdo, en la que José Vallecillo López, presidente de la Sección de Literatura de esta entidad -mismo cargo que ocupó Izquierdo- hizo un recorrido por la vida de este importante y recordado ateneísta. El también ateneísta Enrique Barrero González editó hace unos años una completa antología de textos sobre José María Izquierdo, además de otros libros sobre él.

Por otro lado, esa misma tarde, la Hermandad de Pasión dedicó su misa de hermandad a este hermano tan ilustre. Su pertenencia a esta cofradía del Jueves Santo es un dato todavía desconocido para muchos cofrades. Es probable que Izquierdo llegase a la hermandad acompañado por su amigo Celestino López Martínez, en 1919. Faltaba un año para que el Señor de Pasión y la Virgen de la Merced pasaran a ocupar su actual capilla, tras la fusión con la Sacramental en 1918, siendo venerados hasta entonces en los altares de San Fernando y San Cristóbal, en la nave de la Epístola. El Nazareno salía en su antiguo paso, ya que el de Cayetano González no se realizaría hasta 1943. 

Siempre se ha comentado que fue enterrado con su túnica de nazareno, la que debió vestir en sólo tres ocasiones, pues falleció tres veranos después de ingresar en la nómina de hermanos. Su hoja de inscripción estuvo expuesta en una exposición organizada por la Archicofradía de Pasión, con motivo del 150 aniversario de la llegada de la cofradía a la Iglesia Colegial del Divino Salvador, entre otras efemérides. En este documento puede leerse que Izquierdo vivía en la calle de Santa María la Blanca número 26, y que fue admitido en el cabildo celebrado del 5 de octubre de 1919, meses después de solicitar su inclusión, siendo hermano mayor Manuel Rojas Marcos.

Hoja de inscripción de Izquierdo en la Hermandad de Pasión Hoja de inscripción de Izquierdo en la Hermandad de Pasión

Hoja de inscripción de Izquierdo en la Hermandad de Pasión / M. G.

No consta que dejase algún texto dedicado a la única hermandad a la que perteneció, salvo que alguna vez aparezca algún manuscrito extraviado. En cambio sí escribió sobre el sobrecogedor momento de la salida del Señor del Gran Poder, desde la Parroquia de San Lorenzo, en el silencio de su plaza, durante un pasaje del citado libro Divagando por la ciudad de la Gracia. También dedicó algunas líneas a la luna de Parasceve, la que ilumina la ciudad en la noche del Viernes Santo.

Pocos días después de su inesperado fallecimiento, en 1922, el Ateneo organizó una misa de réquiem en la Iglesia del Salvador, erigiendo para la ocasión un catafalco funerario a los pies del Señor de Pasión. Sus restos mortales descansan en el panteón de los sevillanos ilustres, situado en la cripta de la Iglesia de la Anunciación, junto a importantes coterráneos como el humanista Arias Montano, el pintor Valeriano Bécquer, los escritores Fernán Caballero y Mateos Gagos, el ilustrador Alberto Lista o el poeta Gustavo Adolfo Bécquer.

En la Hermandad de Pasión han dejado su huella otros sevillanos ilustres, como el poeta y escritor Manuel Díez-Crespo, quien editó un libro con la brillante conferencia pronunciada en 1981 sobre la Hermandad de Pasión y Martínez Montañés; o Rafael Laffón Zambrano, escritor de la Generación del 27, quien cedió a la cofradía los derechos de su texto Jesús de la Pasión, para sufragar el gasto de los respiraderos del nuevo paso.

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